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LOCAL
Actualizado 01/07/2025 15:53:43
César García

Comienzan los exámenes sin incidencias, aunque la organización toma medidas como el traslado de los exámenes a aulas climatizadas.

La convocatoria extraordinaria de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) ha dado comienzo en Salamanca con 460 estudiantes que buscan una segunda oportunidad o una mejora de su nota para alcanzar la carrera deseada. En una jornada marcada por el calor estival y el agotamiento acumulado, la organización ha demostrado una vez más su capacidad para garantizar la normalidad del proceso, un reto que, según los responsables, se ha superado sin contratiempos.

Eva Lahuerta Otero, responsable Técnico de Organización y Desarrollo de las Pruebas de Acceso de la Universidad de Salamanca, ha confirmado en la mañana de este martes que el arranque se ha producido "con absoluta normalidad". Un alivio para cientos de familias y, sobre todo, para un equipo de más de 200 personas que trabaja para que cada detalle esté bajo control. "De momento, por suerte, otra vez, sin ninguna incidencia, como esperábamos y como hemos trabajado", ha señalado Lahuerta, subrayando la dedicación que precede a estas jornadas cruciales.

Los dos grandes retos: cansancio y calor

A diferencia de la convocatoria de junio, la de julio presenta dos desafíos singulares que preocupan especialmente a la organización. El primero, y más importante, es el estado anímico y físico de los aspirantes. "La que más nos preocupa es el cansancio de los estudiantes, porque al final son muchos meses y otro mes más extra de esfuerzo", ha explicado Lahuerta. Este agotamiento se intensifica en aquellos que no solo se presentan por primera vez, sino que buscan mejorar una calificación ya obtenida, un doble proceso que pone a prueba su resistencia.

El segundo enemigo a batir es el termómetro. Las altas temperaturas de julio son un factor que puede mermar la concentración y el rendimiento. Conscientes de ello, la Universidad de Salamanca ha tomado medidas proactivas para mitigar su impacto. "El calor es uno de los motivos por los que hemos intentado buscar los espacios más frescos", ha comentado la responsable. En la capital salmantina, esta previsión se ha materializado en una decisión logística clave: "Hemos tenido la suerte en la capital de poder trasladarlos al FES, que tenemos las aulas mejor equipadas con aire acondicionado y que por lo menos, dentro de lo que se pueda, pues que se desarrolle el examen en las mejores condiciones posibles".

Confianza plena en el sistema y los estudiantes

El éxito de la convocatoria ordinaria de junio, que posicionó a Salamanca como un referente de buena organización, no fue una sorpresa para Eva Lahuerta. La responsable ha manifestado una confianza inquebrantable en todos los engranajes del sistema: los alumnos, los centros de secundaria y el personal universitario. "Tenía fe en los estudiantes, lo primero, en los centros educativos, lo segundo, porque llevamos muchos meses trabajando con ellos", ha afirmado con convicción.

Esta seguridad se extiende al equipo humano que coordina las pruebas, un pilar fundamental para que todo funcione. "Tenía fe ciega en el equipo de más de 200 personas de la Universidad de Salamanca. Sabía que coordinando y que teniendo representantes y coordinadores en todas las materias, íbamos a trabajar con rigor para que todo salga bien", ha declarado. Para Lahuerta, los resultados no son fruto del azar, sino de la preparación y el compromiso de los jóvenes. "Los estudiantes demuestran una vez más que tienen preparación, que les importa su futuro y que se preparan para ello. Estamos contentísimos del esfuerzo que han hecho".

Las reclamaciones, en cifras estables

Uno de los puntos que genera mayor interés tras cada convocatoria es el proceso de revisión de exámenes. Respecto a la PAU de junio, Lahuerta ha ofrecido datos que invitan a la tranquilidad, asegurando que no ha habido anomalías significativas. "En cuanto al porcentaje de reclamaciones estamos en mismos números que el año pasado", ha confirmado. En total, las solicitudes de revisión han supuesto un 5% del total de exámenes realizados, un porcentaje idéntico al registrado en la convocatoria anterior, cuando el modelo de prueba era diferente.

Aunque ha habido ligeras variaciones en asignaturas concretas, con pequeños aumentos o descensos en el número de reclamaciones, el balance global se mantiene estable. Estos datos, aún provisionales a la espera de que concluya el periodo de recursos, sugieren que el nivel de conformidad con las correcciones ha sido similar al de años precedentes.

El proceso de admisión: la prioridad de junio

Finalmente, Eva Lahuerta ha recordado un aspecto crucial del proceso de acceso a la universidad: el orden de adjudicación de plazas. Los estudiantes que superaron la PAU en la convocatoria ordinaria tienen ventaja a la hora de matricularse. "Los estudiantes que se examinaron en la primera convocatoria, la convocatoria ordinaria, tendrán siempre preferencia en aquellas titulaciones que tengan límite de plazas y que tengan nota de corte, con respecto a los estudiantes de la convocatoria extraordinaria", ha explicado.

Esto no significa que los alumnos de julio se queden sin opciones. Aquellos que no logren entrar en su primera opción podrán optar a otras titulaciones con notas de corte más bajas o sin límite de plazas. Además, en el escenario menos favorable, su calificación queda guardada, situándolos "en cabeza de lista para la próxima convocatoria". Una última red de seguridad en un camino largo y exigente que, por ahora, ha comenzado con buen pie en Salamanca.

Las calificaciones provisionales se darán a conocer el día 8 de julio, a partir de las 12 horas.

Fotos de Elena Rodríguez

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