La maestra de 1º a 4º de EGB desde 1981 a 1994 recibió el cariño de antiguos alumnos y padres
El espíritu festivo de San Juan vuelve a prender con fuerza en El Rebollar, donde este fin de semana los municipios de Robleda y Navasfrías toman el relevo de las celebraciones, tras los festejos adelantados la semana anterior en El Payo y Peñaparda —este último en honor a San Silverio.
En la tarde del viernes, Navasfrías dio el pistoletazo de salida a sus fiestas patronales con un acto cargado de emoción y memoria colectiva: el pregón, a cargo de Finuca Villegas, maestra en la localidad entre 1981 y 1994. La plaza, repleta de navasfrieños de todas las edades, se convirtió en un lugar de reencuentro para aquellos que fueron niños en los años ochenta y principios de los noventa, y que hoy, adultos, no dudaron en fundirse en abrazos con quien fue una figura fundamental en su infancia y formación.
Procedente de Palencia, Finuca Villegas dejó una profunda huella entre generaciones de alumnos y familias. Su pregón, emotivo y cercano, estuvo trufado de anécdotas, vivencias y recuerdos de su etapa docente en el municipio, que evocó con orgullo y afecto al contemplar cómo aquellos niños se han convertido en hombres y mujeres de bien.
Tras su intervención, la corporación municipal —presidida por el alcalde, José Manuel Píriz— y el diputado provincial Carlos Fernández Chanca entregaron a la maestra una placa conmemorativa como muestra del aprecio de todo el pueblo.
Previamente, el alcalde hizo entrega de los galardones del concurso de fotografía y del cartel anunciador de las fiestas, que recayeron en Ángel Alfonso González y Samuel Redondo, respectivamente. El público congregado recibió además los pañuelos color vino que identifican a los vecinos durante estos días festivos.
Las celebraciones, que se prolongarán durante el fin de semana, tendrán su continuidad el sábado con un tradicional almuerzo popular a base de huevos con chorizo, previsto para las 11 de la mañana. A continuación,a las 12h. se celebrará un encierro a caballo por un recorrido campestre de tres kilómetros, una cita ya clásica del calendario local, tan exigente como espectacular, que asegura emoción tanto para los caballistas como para el público.
Los actos litúrgicos en honor a San Juan se celebraron el día 24, reservando el grueso de las actividades lúdicas, taurinas y musicales para el fin de semana, en una combinación que refuerza el arraigo de las tradiciones con la vitalidad de las nuevas generaciones.