La iniciativa 'Hostelería Inclusiva a 360 grados' impulsada por el CIFP Rodríguez Fabrés en colaboración con el Ayuntamiento y la Asociación de Hostelería, se implantará el próximo curso para certificar las buenas prácticas del sector y eliminar barreras
Una ciudad reconocida por su gastronomía y su turismo tiene ahora el reto de serlo también por su capacidad de acoger a todas las personas sin excepción. Con este espíritu nace el nuevo distintivo de buenas prácticas en materia de accesibilidad e inclusión para los establecimientos hosteleros de Salamanca, una iniciativa presentada este viernes en el CIFP Rodríguez Fabrés que busca tejer una red de locales verdaderamente preparados para atender la diversidad.
El proyecto, denominado 'Hostelería Inclusiva a 360 grados', es el resultado de dos años de trabajo del centro salmantino CIFP Rodríguez Fabrés en colaboración con el CIFP Paseo de las Pontes de A Coruña, y ha sido financiado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. La presentación contó con la presencia de la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miriam Rodríguez; el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Jorge Moro; y las responsables del proyecto en el CIFP Rodríguez Fabrés, Ana García y Belén Fernández.
La idea germinó hace años, como explicó Belén Fernández Vegas, coordinadora del proyecto. "Una vez recibimos a un grupo de personas con autismo en el aula taller de nuestro restaurante, y yo en ese momento me pregunté, ¿y qué puedo hacer yo para que estas personas sean atendidas adecuadamente?". Esa pregunta destapó una carencia formativa que el centro decidió atajar.
Lo que comenzó con un premio de innovación educativa de Castilla y León evolucionó hasta este ambicioso proyecto nacional. "Hemos quitado el miedo, el miedo a dirigirnos a estas personas", afirmó Fernández, subrayando que la iniciativa ha sido transversal, implicando a alumnado de diferentes especialidades que han aprendido que "el diseño no tiene que estar solo al servicio de la estética, sino que tiene que estar al servicio de la utilidad".
El distintivo, diseñado por el departamento de Artes Gráficas del IES Torres Villarroel, simboliza la unidad y la ausencia de barreras. Su tenedor representa la hostelería, mientras que un círculo con líneas abiertas evoca la comunidad y la accesibilidad, con colores que transmiten "calidez, pasión y compromiso". A partir del próximo curso, se establecerán rúbricas para que los locales puedan solicitarlo y lucirlo con orgullo.
El éxito de la iniciativa reside en la unión de fuerzas. Miriam Rodríguez, en representación del Ayuntamiento, destacó el compromiso municipal con la accesibilidad, recordando que "6 de cada 10 euros del presupuesto municipal van dedicados a este ámbito social", una cifra que el consistorio prefiere denominar "inversión social". La concejala se comprometió a dar visibilidad al distintivo a través de la Mesa de Discapacidad.
Por su parte, Jorge Moro Corredera, presidente de los hosteleros, recogió el guante "con mucho entusiasmo". Calificó la iniciativa como "un examen" para el sector y aseguró el apoyo total no solo de la asociación salmantina, sino también de la regional. "Vamos a intentar por todos los medios que la mayor parte de la hostelería de Salamanca esté a la altura para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades", declaró.
Un pilar fundamental ha sido la participación activa de las entidades del tercer sector. En el acto estuvieron presentes representantes de Fundación AFIM, Aspace, el Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física (CRMF) del IMSERSO, el Centro Cultural de personas sordas, Insolamis, Retina, el servicio de Asuntos Sociales (SAS) de la USAL y el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer (CREA), quienes han colaborado estrechamente en el desarrollo del proyecto.
FOTOS: DAVID SAÑUDO