Los caballistas no tardaron demasiado en lograr encerrarlas
De nuevo con el sol como acompañante -aunque con más calor que en los días previos-, Campillo de Azaba está viviendo este domingo la 3ª y última jornada de sus fiestas en honor a San Antonio, que se trata de la jornada taurina del programa festivo, que arrancó pasados unos minutos de la medianoche con un encierro nocturno de vaquillas por las calles de la localidad (la velada contó con la animación de la macrodiscoteca móvil Nebulosa).
Ya en la mañana dominical, hubo una alborada con lanzamiento de cohetes, mientras los niños empezaban a disfrutar de hinchables. Asimismo, se repartieron aguardiente y perronillas para coger fuerzas para el esperado encierro a caballo de las fiestas, en cuyos prolegómenos empezó a tocar la Charanga AlRojo, con la que cuenta Campillo de Azaba este último día.
El encierro a caballo se puso en marcha con puntualidad, acercándose hacia el núcleo urbano de Campillo a buen ritmo la manada de cuatro vacas y varios bueyes arropada por unos cuantos caballistas (coordinados por Lidiarte Charro). El encierro –que repitió el recorrido estrenado el año pasado- transcurrió sin problemas hasta los últimos metros, cuando se debe hacer un último giro para pasar de una zona de campo muy ancha a la recta que conduce hacia la Plaza de Toros.
Así, al llegar la manada hasta el punto donde debe hacerse ese giro, se dio la vuelta, empezando a desandar el camino. Unos cuantos metros después, los caballistas lograron frenar a vacas y bueyes, y orientarlos otra vez hacia ese último giro, pero de nuevo se dieron la vuelta a punto de entrar en la última recta. A partir de ahí, el encierro se complicó bastante, ya que la manada se fragmentó por completo.
El problema principal fue que dos de las cuatro vacas se escaparon del recorrido, al saltar el alambrado (el alcalde José Luis Francisco estaba sorprendido con el hecho de que hubieran logrado saltarlo “limpiamente”, sin dañarlo, pese a tener 1,80 metros de altura). Las vacas escapadas pusieron rumbo hacia las calles de Campillo, pero rápidamente parte de los caballistas se pusieron manos a la obra para evitar que llegasen a esas calles, y posteriormente reconducirlas hacia el recorrido.
Mientras tanto, los bueyes fueron los primeros en alcanzar la plaza de toros con normalidad, pero se les volvió a sacar, para que fuesen en busca de las vacas. Esta búsqueda fue fructífera, logrando arrastrar con ellos a una de las vacas, que fueron conduciendo hacia la Plaza. Justo en el momento de entrar en la ‘recta de meta’, adelantaron a una vaca negra que prácticamente en solitario había accedido a esta parte final, tirando de ella poco a poco varios mozos hacia la Plaza.
Esas dos vacas fueron las únicas que hicieron el recorrido al completo, ya que las dos que se habían escapado se decidió encerrarlas por el otro lateral de la Plaza una vez se acercaron a la misma. La ‘excursión’ provocó dos pequeños sustos a un caballista y a un mozo a pie que estaba colaborando en la tarea de meter las vacas, pero no tuvieron consecuencias de gravedad.
Pese a lo enrevesado que se puso el encierro en algunos momentos, no superó los ¾ de hora de duración gracias a los caballistas, que estuvieron “perfectos”, según resaltaba a la conclusión el alcalde José Luis Francisco, quién destacó que el encierro había sido “espectacular dentro y fuera; la gente se ha divertido, que es lo importante para que vuelvan”.
Una vez se dio por finalizado el encierro, todos los presentes se fueron a tomar algo, retomando la animación musical callejera la Charanga AlRojo, que también animará la capea de la tarde, programada para las 18.30 horas. Como cierre definitivo de estas fiestas de Campillo de Azaba en honor a San Antonio se procederá a entregar los premios de los campeonatos de estos días.