La obra, confirmada como de Cristóbal García Salmerón, se exhibirá junto a otras 70 piezas en "Tan lejos, tan cerca" desde el 10 de junio.
Un fragmento del rico patrimonio artístico de Alba de Tormes ha emprendido un viaje excepcional para convertirse en pieza central de una destacada exposición en la pinacoteca más importante de España. La obra pictórica de la Virgen de Guadalupe, perteneciente a la colección del Museo Carmus y habitualmente expuesta en su sala de pintura, llegó el pasado 24 de mayo al Museo Nacional del Prado en Madrid. Su destino: formar parte de la esperada muestra "Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España", que se inaugurará oficialmente el lunes 9 de junio.
El traslado de esta joya del barroco español, que se inició desde la villa ducal el 23 de mayo, responde a una solicitud formal cursada por el Ministro de Cultura, el Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado y el Presidente de la Fundación Amigos del Museo del Prado, reconociendo así el valor singular de la pieza albense para ilustrar el discurso expositivo.
La relevancia de esta pintura se ha visto acrecentada tras los estudios y documentación realizados por el catedrático salmantino José María Martínez-Frías. Investigaciones posteriores llevadas a cabo por especialistas del propio Museo del Prado han confirmado la autoría del prestigioso pintor Cristóbal García Salmerón (c. 1603-c. 1666).
Salmerón, natural de Cuenca y, según el cronista Antonio Palomino, discípulo de Pedro de Orrente, fue una figura destacada del barroco español. Curiosamente, el Museo del Prado ya alberga otras obras de este artista, lo que permitirá contextualizar aún mejor la pieza procedente de Alba de Tormes.
La exposición "Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España" abrirá sus puertas al público el 10 de junio y podrá visitarse hasta el 14 de septiembre. Esta ambiciosa muestra tiene como objetivo principal explorar el profundo impacto y la notable presencia de la iconografía de la Virgen de Guadalupe en el arte desarrollado a ambas orillas del Atlántico.
Se presentarán alrededor de 70 obras, cuidadosamente seleccionadas, provenientes en su mayoría de colecciones de España y México. Entre ellas, se incluirán también valiosos impresos originarios de Madrid y Sevilla, que testimonian la amplia difusión de esta devoción.
La imagen de la Virgen de Guadalupe experimentó una extraordinaria propagación entre 1650 y 1790, erigiéndose como un símbolo religioso y cultural de primer orden no solo en la Nueva España, sino también en la propia España, Italia, Filipinas y diversas regiones de América Latina. Era considerada una imagen milagrosa, cuya belleza intrínseca y la maestría técnica de sus representaciones servían como prueba del favor divino hacia los habitantes del virreinato.
De hecho, se convirtió en la efigie más reproducida y copiada por los artistas novohispanos, a menudo asociada a la idea de un "icono revelado", una imagen de origen divino. La exposición del Prado ahondará en su circulación por España, el impulso que recibió su culto durante la Edad Moderna, las complejas relaciones entre la Virgen de Guadalupe de Extremadura y su homónima mexicana, y el fundamental papel que desempeñaron los artistas en la difusión y consolidación de su iconografía.
La dirección científica de esta importante exposición recae en dos reconocidos especialistas en la materia. Los comisarios son Jaime Cuadriello, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de México, y Paula Mues, profesora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
Su profundo conocimiento garantiza un discurso expositivo riguroso y revelador sobre una de las devociones marianas más influyentes y extendidas de la historia del arte y la religiosidad popular.