Menos de un año después de su alternativa en Burgos, el torero charro confirmará su doctorado en Las Ventas este viernes
Apenas un año después de tomar la alternativa en Burgos, el torero salmantino Ismael Martín se enfrenta a uno de los momentos más cruciales de su incipiente carrera como matador de toros: la confirmación en la plaza más importante del mundo, Las Ventas de Madrid, en plena Feria de San Isidro. Un acontecimiento que llega envuelto en la satisfacción de una inmaculada trayectoria como matador de toros, donde todas las actuaciones del torero de Cantalpino se han contado por triunfos. El éxito ilusiona pero no descentra a Ismael Martín, que se muestra sereno y con la sensación de que aún tiene mucho que demostrar.
Con la imponente fachada plateresca del convento de San Esteban como telón de fondo, el eco de los triunfos aún resuena en la memoria de Ismael Martín, que recuerda la entrevista previa a su alternativa para SALAMANCA AL DÍA hace justo un año. "La verdad que cuando hablamos el año pasado apenas sabía cómo iba a ir todo después de la tarde de Burgos. Acabé la temporada muy contento, no satisfecho, porque creo que tengo seguir evolucionando en mi toreo y dar mucho más que hablar", confiesa el torero con la humildad que le caracteriza.
La temporada 2024 supuso para Ismael Martín la confirmación de que su paso al escalafón superior era más que necesaria tras varias campañas como novillero puntero. Preguntado por si tuviera que elegir un par de momentos clave de esos primeros meses como matador, más allá del día "único y especial" de la alternativa, dos plazas emergen con fuerza: "Creo que me quedaría con Salamanca y Valladolid", afirma sin dudar. "Vi otra imagen de mí, que esa es la que quiero dar de mi toreo", subraya.
Esta transformación del novillero de conexión fácil con el tendido a un matador cada vez con más poso y empaque, como demostró en octubre en Alba de Tormes cortando cuatro orejas y un rabo, no ha sido casual. "Soy un torero que quiero seguir creciendo en la profesión y voy analizando cada error que cometo para intentar que en la siguiente tarde no vuelva a suceder", explica con una madurez impropia de un torero tan joven.
Ahora el calendario va restando días a contrareloj para su cita con Madrid. Este viernes 6 de junio, Ismael Martín confirmará su alternativa en Las Ventas. "Es un año muy importante, podría decir que un año clave para mí y para mi carrera", reconoce el diestro salmantino, a quien no le asusta que su primer compromiso de luces sea ese: "Qué mejor que empezar con lo más fuerte desde el principio", comenta con determinación y una sonrisa en su cara.
La preparación para este compromiso está siendo intensa. "Estoy entrenando muy fuerte y gracias a mis apoderados he podido torear dos festivales de máxima categoría, uno en La Flecha y otro en Gallegos de Argañán, que creo que me van a servir mucho para ir confiado, sobre todo con la espada", detalla el torero.
Confirmar la alternativa en Las Ventas sin haber cumplido siquiera el primer aniversario como matador es un logro al alcance de pocos. "Me considero un privilegiado. Confirmar en Madrid sin apenas un año de alternativa creo que es un lujo para cualquiera que sueñe con ser figura del toreo. Es una meta más cumplida en mi carrera".
La relación de Ismael Martín con Madrid ha tenido de todo. En su despedida como novillero de esta plaza vivió las dos caras de la moneda: "Fue una tarde en la que me comí mucho la cabeza y fui muy responsabilizado, quizá demasiado, y noté esa presión de Madrid en mi primer novillo, pero luego también viví esa gran respuesta cuando tú te entregas". Esa experiencia de tardes pasadas en Las Ventas le hace afrontar esta cita con una mentalidad diferente: "Este año quiero ir más relajado. También es verdad que voy mucho más confiado y seguro de mí mismo".
El cartel de la confirmación tiene un componente emocional añadido. Su padrino será David Fandila 'El Fandi', el mismo que le dio la alternativa y con quien le une un fuerte vínculo personal más allá del ruedo. "Es alguien que me ha enseñado unos valores increíbles fuera de la plaza", revela Martín. "Me lo imaginaba como buena persona, humilde y sencillo, pero cuando he podido conocerlo más, es impresionante lo bellísima persona que es, aparte de ser un pedazo de profesional", añade.
"Compartir esa tarde con él sé que me va a hacer disfrutar, aunque me va a apretar mucho. Me va a poner las cosas complicadas", bromea, anticipando que probablemente compartirán algún tercio de banderillas. Completa la terna el joven Samuel Navalón, otro valor emergente del toreo.
Los toros pertenecerán a la ganadería de Conde de Mayalde, un hierro que Ismael Martín considera "de garantías". No en vano, recuerda que Roca Rey obtuvo su primera Puerta Grande en Madrid en la tarde de su confirmación con un astado de esta divisa. "Es una corrida que en Madrid gusta porque es un toro con cara y con buenas hechuras. Esperemos que embista", comenta esperanzado.
La fecha, en esta última semana de San Isidro, la ve como un "arma de doble filo": el público puede estar cansado de tantos días de toros o ávido de triunfos. Él apuesta por lo segundo: "Yo espero que estén de la segunda manera, de apoyarnos y de estar deseando que pasen cosas importantes".
Aunque Madrid centra la atención inmediata, la temporada de Ismael Martín no se detiene ahí. "Después de Madrid, gracias a Dios, hay cosillas", confirma con satisfacción.
El 14 de junio toreará en Sahagún (León) una corrida de Valdellán. Luego cruzará el Atlántico para una doble cita en Perú: el 26 de junio en Cutervo y el 28 de junio en Chota. A su regreso, apenas sin descanso, le espera la feria de Burgos el 30 de junio. Julio también viene cargado: volverá a Perú para torear en Lajas el 7 de julio y luego viajará a las Islas Azores para actuar en Isla Terceira (Portugal).
Este debut en América le ilusiona especialmente. "Creo que Perú ahora mismo puede ser uno de los países con más arraigo taurino y con más fuerza que hay en América ", opina, destacando el papel de Roca Rey en este auge. "El tener una figura del toreo en un país creo que hace mucho, y Perú se está viendo que será de los únicos países que se está haciendo plazas de toros nuevas, que se están dando toros durante todo el año".
Ve Perú como "un escaparate muy bueno para rodarte como torero, ya que en España apenas hay huecos y los que hay están muy solicitados". La incursión en Portugal también la valora positivamente: "Salir de España y que me conozcan también en Portugal es buenísimo y creo que es otro escaparate muy bueno que también me va a servir para seguir cuajándome como torero".
La cita en Burgos tiene un sabor especial, ya que repite en la plaza donde tomó la alternativa y con el mismo cartel del año pasado. "Creo que la afición de Burgos me acogió con mucho cariño", recuerda. Considera que El Fandi, Manuel Escribano y él forman "un cartel que pega mucho con Burgos. Nos compenetramos muy bien y creo que somos una terna muy buena para dar un espectáculo muy bueno".
Y, por supuesto, la mirada está puesta en septiembre, en su tierra, en La Glorieta. Tras el triunfo cortando tres orejas en septiembre del año pasado, la repetición parece asegurada, pero hay una deuda pendiente: torear con Morante de la Puebla. "Tengo la espinita ahí clavada de torear en mi feria, en Salamanca, con Morante", admite.
Aunque coincidirán en la corrida de toros programada en Toro (Zamora) el próximo 24 de agosto, coincidir con el genio de La Puebla en La Glorieta es un sueño: "Salamanca es Salamanca. Torear aquí con Morante sería único y muy especial".
Cuando llegue el final de la temporada, en octubre, a Ismael Martín le gustaría que se hablara de su progresión. "Ojalá se hable de eso, de que Ismael Martín ha seguido creciendo y de la gran dimensión que ha dado. Si eso pasa, creo que el triunfo viene ligado a ello", reflexiona.
A Ismael Martín se le ve tranquilo, sereno, una calma que él mismo considera fundamental. "Estar así me da seguridad delante de los toros y, sobre todo, también el estar fuerte físicamente. Ahora mismo me encuentro bien, fuerte, sano… y espero que en la plaza se vea algo similar", concluye.
Con esa mezcla de confianza, reposo y ambición Ismael Martín pone fin a sus palabras, antes de emprender camino a su cita con el preparador físico, quien pondrá a punto la maquinaria del torero salmantino para afrontar un año decisivo para consolidar su nombre en el escalafón.
FOTOS: PABLO ANGULAR