La medida genera incertidumbre por la reducción de cargas de trabajo, la empresa alega razones estratégicas y los sindicatos reclaman inversiones no realizadas
La plantilla de la Base de Mantenimiento de Renfe en Salamanca, compuesta por 29 trabajadores, ha iniciado concentraciones diarias ante la decisión de la empresa de externalizar parte de sus tareas, generando una notable preocupación por el futuro de sus empleos.
La mañana de este jueves, 29 de mayo, ha marcado el inicio de una serie de movilizaciones en la Base de Mantenimiento de Renfe en Salamanca. Convocados por el Comité de Empresa de Renfe Operadora, los trabajadores del taller han expresado su rotundo rechazo a la reciente publicación de la licitación para externalizar el mantenimiento de las Locomotoras de la Serie 3000.
La decisión, tomada por la Sociedad Renfe Ingeniería y Mantenimiento, ha sembrado la incertidumbre entre los 29 empleados que componen la plantilla. Según ha informado CC.OO. Salamanca, estos trabajadores verán reducidas sus cargas de trabajo, ya que la reparación y el mantenimiento de dichas locomotoras dejarán de realizarse en talleres como el de la capital charra.
Uno de los puntos más críticos señalados por la representación sindical es la ausencia total de contacto entre la empresa y los representantes de los trabajadores hasta la fecha. Esta falta de comunicación ha llevado a la decisión de mantener las concentraciones cada día, durante el horario del descanso regulado para el refrigerio.
Estas protestas, según indican, se prolongarán "al menos hasta que se produzca dicho encuentro o se dé una solución que garantice tanto el volumen de las cargas de trabajo actuales como de la plantilla existente". La imagen de la protesta muestra a los empleados con pancartas que rezan lemas como "Por nuestro futuro" y "Por el futuro del taller", evidenciando su **profunda preocupación**.
Desde la Dirección de la empresa, según la información facilitada por CC.OO., se aluden "razones de estrategia de futuro" y la "renovación del parque móvil". Esta estrategia implica desprenderse del material más antiguo, como las Locomotoras Serie 3000, para optar por otras más modernas, como las de la Serie 253, que son eléctricas.
Sin embargo, los sindicatos contraargumentan que para el mantenimiento de estas nuevas locomotoras eléctricas, el taller de Salamanca necesitaría contar con al menos dos fosos electrificados. Esta es una cuestión que, según afirman, "se ha solicitado reiteradamente por parte de los sindicatos y a lo que la empresa ha hecho oídos sordos". La falta de esta inversión clave añade más tensión a la situación actual de los **trabajadores de Renfe en Salamanca**.