Los ejercicios contarán con un mínimo del 70% de preguntas abiertas o semiconstruidas y se contextualizarán en entornos cercanos a los estudiantes para evaluar su madurez.
En plena cuenta atrás para la PAU 2025, cabe destacar que hay una nueva normativa para la Selectividad, aprobada el día anterior por el Consejo de Ministros. Esta reforma, impulsada por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, trae consigo un cambio de denominación: la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) pasará a llamarse Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).
El Real Decreto, que cuenta con la firma del Rey Felipe VI y del ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Justicia, Félix Bolaños, establece una estructura y criterios de corrección comunes para todas las comunidades autónomas. Entre las novedades más destacadas se encuentra la penalización por errores ortográficos y gramaticales, así como una nueva configuración en los ejercicios.
Uno de los cambios más significativos de la nueva PAU es el impacto de la corrección lingüística en la calificación final. Las faltas de ortografía y gramática restarán un 10% de la nota en los exámenes. En aquellos ejercicios que requieran la producción de textos, la valoración de la coherencia, cohesión, corrección gramatical, léxica, ortográfica y la presentación no podrá ser inferior a dicho porcentaje. No obstante, el decreto precisa que la aplicación de estos parámetros "podrá flexibilizarse en el caso del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo".
En cuanto a la estructura de las pruebas, se establece un único modelo de ejercicio para cada materia. Estos ejercicios se dividirán en diferentes apartados, que podrán contener una o varias preguntas o tareas. Se permitirá la elección entre distintas preguntas, pero esta opcionalidad "no implicará poder estudiar menos temario", ya que no se podrá disminuir el número de competencias específicas evaluadas. Se fomentará la variedad de tipos de preguntas: cerradas, semiconstruidas y abiertas, debiendo estas dos últimas suponer, como mínimo, el 70% de la puntuación total del ejercicio.
Las preguntas se contextualizarán preferentemente en entornos cercanos a la vida del alumnado, abarcando ámbitos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos. Se evaluará la creatividad, capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez del estudiante en la resolución de las tareas, que deberán realizarse por escrito.
La duración de los exámenes se mantiene como en la EBAU anterior: cada ejercicio durará 90 minutos, con descansos mínimos de 30 minutos entre pruebas consecutivas. Este tiempo de descanso no computará para las ampliaciones que necesite el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo.
El Real Decreto también contempla que los estudiantes puedan utilizar documentos o herramientas auxiliares como diccionarios, calculadoras, formularios o tablas, siempre condicionado a las características de cada materia y los criterios de evaluación. Serán las comisiones organizadoras de la prueba las que establezcan los materiales permitidos.
Los alumnos que se presenten a la PAU en 2025 se examinarán de cuatro materias en la fase de acceso en las comunidades sin lengua cooficial: Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera II, la materia específica obligatoria de la modalidad cursada, y a elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía. En las comunidades con lengua cooficial, se añadirá el examen de Lengua Cooficial y Literatura II, sumando un total de cinco materias.
Para aquellos que deseen mejorar su nota de admisión, podrán examinarse de hasta cuatro materias adicionales. Estas podrán ser materias de modalidad (cursadas o no), la materia común no realizada en la fase de acceso (Historia de España o Filosofía) y una segunda lengua extranjera. Si se opta por el máximo de cuatro materias, una de ellas deberá ser obligatoriamente esta segunda lengua.
El sistema de calificación no presenta cambios sustanciales. La nota de la prueba de acceso se calculará mediante la media aritmética de las calificaciones de cada uno de los ejercicios, expresada de 0 a 10 puntos con tres cifras decimales. Se requerirá una nota mínima de 4 puntos para que la prueba se considere superada.
La nota de acceso a la universidad se obtendrá ponderando un 60% la nota media normalizada de Bachillerato y un 40% la calificación de la prueba de acceso. Esta nota también se expresará de 0 a 10 puntos con tres decimales, siendo necesario un mínimo de 5 puntos para el acceso. Finalmente, en la fase de admisión, a esta nota de acceso se le sumarán las calificaciones de las dos mejores materias ponderadas según los criterios de cada universidad.