La concejala Miryam Rodríguez se reunió con responsables del proyecto 'Orgullo Loco' del Centro Ranquines, destacando el compromiso municipal con los más vulnerables y el amplio escudo social de la ciudad
Un encuentro para visibilizar y apoyar. Así podría definirse la reunión mantenida este miércoles en el Ayuntamiento de Salamanca entre la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miryam Rodríguez, y responsables del proyecto ‘Orgullo Loco’ del Centro de Día de Salud Mental Ranquines, gestionado por Cáritas Salamanca.
Esta iniciativa se erige como un faro para dar voz a personas en situación de vulnerabilidad con problemas de salud mental, buscando derribar el estigma social que frecuentemente las rodea y fomentar su plena inclusión en la sociedad. Un esfuerzo que el consistorio salmantino ha querido reconocer y respaldar.
Durante el encuentro, Miryam Rodríguez subrayó el firme apoyo del consistorio salmantino a aquellos proyectos que, como el de Cáritas, se dedican a la atención de las personas más desfavorecidas. La concejala enfatizó que se priorizan "las situaciones de desamparo y de necesidad social extrema que requieren una intervención urgente".
Rodríguez destacó que, gracias a este enfoque, "Salamanca es un ejemplo a seguir por otras ciudades, por su amplio y consolidado escudo social". Prueba de este compromiso, según la responsable municipal, es que "seis de cada diez euros del presupuesto municipal se destinan a políticas sociales".
El proyecto Ranquines, en el corazón de esta colaboración, se configura como un recurso especializado en la atención integral y continuada. Su objetivo es asistir a personas con serias dificultades de integración social o que necesitan una estructura diaria para evitar la cronicidad durante la jornada diurna, promoviendo su autonomía y potenciando sus capacidades según su ciclo evolutivo.
Este centro ofrece servicios esenciales como alimentación, aseo y lavandería, además de colaboración en el mantenimiento o mejora del nivel de salud y un trabajo de rehabilitación y apoyo comunitario. Todo ello se orienta al proyecto de vida de las personas atendidas, buscando el mayor nivel de autonomía personal y el desarrollo de habilidades ocupacionales, laborales y sociales. El año pasado atendió a 68 personas, 54 de ellas en el área urbana de Salamanca.
Pero la alianza entre el Ayuntamiento y Cáritas va más allá del proyecto Ranquines, extendiéndose a una red de servicios vitales para la ciudad y sus habitantes más vulnerables. Estas colaboraciones no solo facilitan el desarrollo individual y la incorporación social, sino que también contribuyen al mantenimiento diario de la ciudad.
Destaca en primer lugar el centro de acogida Padre Damián, que proporciona un refugio digno a personas sin hogar. Les ofrece medios para su inserción social, cubriendo necesidades básicas de alojamiento, manutención e higiene, y promoviendo un proceso hacia la autonomía y la participación social. El centro cuenta con un espacio ocupacional con biblioteca, talleres y gimnasio. En 2024, 127 personas pasaron por estas instalaciones.
Por su parte, Casa Samuel se dedica a la acogida a corto, medio y largo plazo de personas afectadas por VIH-Sida en procesos clínicos severos o terminales y en situación de exclusión social. También acogen a personas con otras patologías crónicas que temporalmente necesitan un recurso residencial. El año pasado, este recurso atendió a 48 personas, incluyendo los 23 residentes que han pasado por el recurso.
En tercer lugar, el centro de día Espacio Abierto representa un proyecto asistencial, educativo y motivacional para individuos en alta vulnerabilidad social, pobreza y exclusión. Ofrece una alternativa a pasar todo el tiempo en la calle, cubriendo necesidades básicas e incidiendo en actividades promocionales. Su flexibilidad lo hace idóneo para quienes tienen dificultades con programas más estructurados, habiendo atendido a 514 personas en 2024.
A todo ello se une el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca al recurso de vivienda de Cáritas, como fomento de la autonomía personal abriendo el camino hacia la inserción social y laboral de la persona. Este apoyo se materializó también con una Adenda a uno de los Convenios que la entidad tiene suscritos con el Consistorio.
Finalmente, el Ayuntamiento de Salamanca financia ayudas de primera necesidad para familias y personas empadronadas en la ciudad que carecen de capacidad económica suficiente. Estas ayudas cubren gastos en productos de alimentación, cuidados personales esenciales (vestido, higiene, tratamientos médicos), alojamiento temporal en urgencias sociales y otras necesidades básicas imprescindibles para asegurar la integridad física, la estabilidad laboral o prevenir un riesgo grave de exclusión social.