El grupo de música católica, con su sección salmantina, participó activamente en la veneración del cuerpo de Santa Teresa de Jesús, ofreciendo su característico estilo musical para acompañar a los fieles
Fotografías: Estudio Digital - Francisco Cañizal
Durante la jornada de veneración del domingo 19 de mayo, el grupo de música católica Hakuna aportó una nota contemporánea y sentida, acompañando a los fieles con sus características melodías. Miembros de Hakuna Salamanca compartieron con este medio de comunicación los detalles de su participación y la esencia de un movimiento que está redefiniendo la forma en que muchos jóvenes viven y expresan su fe.
Hakuna es mucho más que un simple grupo musical. Como explicó uno de sus integrantes, "Hakuna es un grupo de jóvenes católicos que vivimos la fe a través de la música y como centro la adoración eucarística". Nacido en Madrid y extendido rápidamente por España y otros países, este fenómeno pastoral ha encontrado un eco especial entre la juventud.
Su misión durante estos días de veneración fue clara y humilde: "Simplemente es para acompañar". Esta sencillez en el propósito esconde, sin embargo, una profunda vocación de servicio a través del arte. Su participación se concretó en dos momentos principales: una misa a la una del mediodía, donde interpretaron "canciones de la misa de Hakuna", y, por la tarde, una Hora Santa ante la exposición del Santísimo Sacramento.
"Nuestras canciones son oraciones cantadas, es pop cristiano, sacamos la música de la iglesia a los jóvenes, mantenemos la esencia cristiana y católica, con melodías accesibles y contemporáneas", explica una de sus componentes. Para esta ocasión en Alba de Tormes, la instrumentación se centró en lo esencial: "Esta vez vamos a usar guitarra y cajón", confirmaron, sugiriendo una atmósfera acústica y cercana, ideal para el recogimiento y la participación.
La Hora Santa, un momento central de la participación de Hakuna, fue concebida como una experiencia integral de fe. No se limitó a una sucesión de canciones, sino que buscó una dinámica más profunda. Se intercalaron momentos de silencio con canciones de Hakuna, subrayando la importancia del silencio como espacio para la reflexión y la escucha interior.