El responsable del colectivo aborda los principales retos de la profesión
Miguel del Castillo Alonso asumió el decanato del Colegio de la Abogacía de Salamanca con un objetivo claro: convertir la institución en un organismo “cercano y útil” para todos sus colegiados. En un momento de profundas transformaciones legislativas y sociales, Del Castillo analiza los desafíos que enfrenta la profesión y las iniciativas que está impulsando.
Desde su posición como Decano, ¿cuáles considera que son los principales desafíos a los que se enfrenta actualmente la profesión de la abogacía en Salamanca y cómo está trabajando el Colegio para abordarlos?
Podemos afirmar que nuestra profesión enfrenta momentos complejos. Estamos inmersos en numerosos cambios sociales, legislativos y organizativos que inciden directamente en los procedimientos legales, como la nueva ley de eficiencia, que ha generado grandes incertidumbres interpretativas. Asimismo, estamos obligados a adaptaciones tecnológicas constantes para las cuales, en muchas ocasiones, no estamos completamente preparados. Los sistemas pueden fallar, agregando dudas e inseguridades. La sociedad también evoluciona rápidamente, modificando significativamente el ejercicio de la abogacía. Por todo ello, hoy más que nunca es imprescindible defender y proteger la labor de los profesionales de la abogacía de las injerencias y las trabas externas.
En los últimos años se ha hablado mucho sobre las barreras en el acceso a la justicia para determinados colectivos. ¿Qué medidas está promoviendo el Colegio para garantizar que todos los ciudadanos de Salamanca tengan un acceso efectivo a la justicia?
La Abogacía ha defendido y promovido la Ley Orgánica del Derecho de Defensa, promulgada el 11 de noviembre de 2024. Esta norma establece que el derecho a la defensa es uno de los derechos básicos de protección de la ciudadanía, garantizando la tutela judicial efectiva. Además asegura el derecho fundamental de todas las personas al acceso a una defensa adecuada en los procedimientos judiciales.
Asegurar la defensa de los más desfavorecidos es y será uno de los grandes compromisos de la Abogacía. La próxima reforma de la Ley de Justicia Gratuita debe avanzar en los derechos de los ciudadanos más desfavorecidos para cubrir todas sus necesidades. En el Colegio de la Abogacía de Salamanca se trabaja para hacer efectivo este derecho en personas vulnerables, como son nuestros mayores
La situación del Turno de Oficio ha sido objeto de debate recurrente. ¿Cuál es la realidad actual de los abogados del turno de oficio en Salamanca y qué mejoras considera necesarias en este servicio esencial?
Desde el Colegio se exige que el Turno de Oficio deje de ser una actividad residual ni benéfica, sino que se considere un derecho estatal que debe remunerarse de manera adecuada por las administraciones.
En cuanto a los pagos, el Ministerio cumple actualmente con sus compromisos, pero las actuaciones se abonan según baremos de 2018, que solo se han incrementado en un 8% para este año, lo cual resulta en retribuciones insuficientes comparadas con las que reciben los abogados del turno en comunidades autónomas trasferidas. Además, los gastos de infraestructura que los colegios reciben por gestionar el turno no cubren completamente los costos necesarios.
Por todo ello, existe malestar entre los abogados que prestan servicio en el Turno de Oficio debido a la situación laboral: impuntualidad en los cobros; falta de actualización de baremos; falta de pago de algunas actuaciones; excesivas exigencias en la acreditación; ausencia de pago del kilometraje en actuaciones fuera de la jurisdicción, entre otros.
La constante evolución legislativa exige una actualización permanente. ¿Qué programas de formación continua ofrece el Colegio y cómo se están adaptando a las nuevas necesidades de los colegiados?
El Colegio ofrece cursos cada mes sobre temas actuales que preocupan a los profesionales. A nuestra oferta formativa se suma la formación regular de las Instituciones de la Abogacía, tanto el Consejo General de la Abogacía como el Autonómico ofrecen en sus plataformas una amplia variedad de cursos y jornadas de enorme interés para todos los profesionales de Salamanca. Además, tenemos convenios con la USAL y la UPSA para ofertar formación especial.
Para finalizar, ¿cuáles son sus principales objetivos y proyectos para el Colegio de la Abogacía de Salamanca durante su mandato como Decano?
Muchos son los retos y mucha la ilusión y las ganas por mejorar la calidad de los servicios que prestamos a nuestros compañeros/as. Siendo conscientes de la dificultad, nuestra intención es conseguir la excelencia del Colegio de la Abogacía de Salamanca. Que sea un colegio cercano y útil para todos.
Existen grandes desafíos y mucho trabajo por hacer: pensiones dignas, la consideración de los abogados/as como autoridad en el desempeño de la profesión, un turno de oficio remunerado justamente, acercar el Colegio a los problemas de los partidos judiciales, dando visibilidad al trabajo de los profesionales en entornos rurales.