La cooperativa ganadera, que factura 70 millones de euros anuales, se ha convertido en un motor económico fundamental para la comarca de Vitigudino, mientras afronta retos como el acuerdo con Mercosur y el relevo generacional
Un cuarto de siglo no se cumple todos los días, y para la cooperativa Dehesa Grande, este hito ha sido motivo de celebración, reflexión y, sobre todo, de reafirmación de un proyecto que nació de la unión de ganaderos en la comarca de Vitigudino y que hoy se erige como un motor económico fundamental para la zona. Las jornadas conmemorativas del 25 aniversario, celebradas el pasado mes de abril, dejaron un sabor de boca "muy positivo", en palabras de su gerente, marcando un punto de inflexión para mirar atrás con orgullo y hacia adelante con ambición.
Fueron dos días intensos, una mezcla de reencuentro y formación que congregó a ganaderos, colaboradores, amigos y representantes institucionales. "Fue muy positivo desde el punto de vista de que fueron dos días de reencuentro con muchos ganaderos, con mucha gente relacionada con la empresa", explica el gerente. La parte formativa contó con ponentes de "mucha altura" que abordaron temas de actualidad cruciales para el sector, ofreciendo diferentes perspectivas y permitiendo a los asistentes entender mejor las complejidades del negocio y el "porqué de las cosas".
Pero más allá de las ponencias y mesas redondas, el evento tuvo un fuerte componente emocional. La convivencia, el almuerzo compartido y, especialmente, la entrega de reconocimientos a los cuatro presidentes que ha tenido la cooperativa en su historia, crearon momentos "muy bonitos y emotivos". Un homenaje a los pioneros y a la evolución de un proyecto que comenzó como una apuesta valiente en un sector, el ganadero, donde "por desgracia, no es habitual que un grupo de ganaderos se mentalicen en desarrollar una inversión industrial y profesionalizar lo que es la comercialización de su producto".
Hitos de un cuarto de siglo: de la unión inicial a la expansión nacional
Repasar la historia de Dehesa Grande es recorrer una senda de decisiones estratégicas y crecimiento constante. El primer gran hito, según su gerente, fue precisamente ese acto fundacional: la confianza de un grupo de ganaderos de la comarca de Vitigudino que decidieron unirse para controlar la comercialización de su producto. Un paso audaz que sentó las bases de todo lo que vendría después.
Otro momento "crucial" fue la adquisición del matadero comarcal, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento de Vitigudino. Una decisión que, vista con perspectiva, fue "un acierto por ambas partes". Mientras muchos mataderos públicos cerraban, Dehesa Grande transformó la instalación en un pilar de su desarrollo, generando "muchísimo empleo en la zona, muchísimo valor añadido". El gerente agradece la visión de quienes, desde la administración pública, apostaron por la venta de un bien público a un proyecto cooperativo, reconociendo su potencial para dinamizar la comarca.
El tercer gran salto se ha producido en la última década, con un "despegue a nivel comercial" que ha llevado a Dehesa Grande a alcanzar una notable notoriedad nacional, a consolidar sus ventas exteriores y a manejar cifras de facturación que rondan los 70 millones de euros anuales. Un éxito basado en la profesionalización y en una estrategia comercial bien definida.
Mirando al futuro: Mercados exteriores, alianzas y apoyo a la juventud
Con 25 años de experiencia a sus espaldas, Dehesa Grande no se detiene. Su plan estratégico mira decididamente hacia el futuro, con objetivos claros a nivel industrial y comercial. La vista está puesta en mercados exteriores más allá de Europa, lo que implica un nuevo nivel de exigencia y la necesidad de "continuar adaptando nuestra industria, creciendo, modernizando nuestras instalaciones". Abrir nuevos mercados es visto como una vía para generar valor añadido y capturar oportunidades.
Para afrontar estos retos, la cooperativa es consciente de que necesitará seguir tejiendo redes. "El éxito de Dehesa Grande ha sido la unión", afirma el gerente, y esa filosofía debe continuar. "Seguramente nos toque buscar alianzas con otras entidades, cooperativas, diferentes tipos de empresas que al final están en nuestro negocio". La consigna es clara: evitar la complacencia y seguir apostando por la colaboración para competir en un mercado "cada vez más competitivo, cada vez es más difícil". Pensar que ya son "muy grandes" sería caer en un "gran error".
La cooperativa sigue inmersa en la mejora continua de sus instalaciones. Sin embargo, una preocupación central ocupa al consejo rector: el relevo generacional. "Estamos muy mentalizados y preocupados a la vez con el tema del relevo generacional", admite el gerente. Por ello, se están estudiando activamente "opciones para echar una mano a los jóvenes" que se incorporan, explorando vías de ayuda en la financiación para que puedan desarrollar sus explotaciones sin verse ahogados por los costes de producción. "El compromiso de la cooperativa que debemos de tener con los jóvenes creo que es un paso importante que debemos de dar".
Preocupación por Mercosur y el impacto en los costes
El optimismo por el futuro convive con la inquietud ante ciertos nubarrones en el horizonte económico y comercial. La mayor preocupación a corto plazo es el acuerdo comercial entre la Unión Europea y países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay), grandes productores de carne de vacuno. La entrada prevista de miles de toneladas anuales de carne sudamericana en Europa "nos va a afectar", asegura el gerente.
Aunque el nicho de mercado de Dehesa Grande se centra en la calidad, temen el efecto dominó que esta importación masiva pueda tener en otros segmentos y, eventualmente, en sus propios mercados. La principal queja radica en la percepción de una competencia desleal. "Lo vemos con muchísima preocupación, sobre todo porque se va a hacer de una manera consideramos muy injusta", lamenta. La exigencia al Ministerio es clara: si el acuerdo sigue adelante, debe hacerse bajo el principio de igualdad de condiciones, aplicando "cláusulas espejo". "No me puedes pedir que aquí un productor tenga que tener no sé cuánta normativa (...) y luego resulta que la carne que viene procedente de estos países, entre por la puerta de atrás sin exigir esos mismos condicionantes". Producir en Sudamérica es más barato, pero no se hace con las mismas exigencias de bienestar animal, deforestación o alimentación que se imponen en Europa, lo que deja a los productores comunitarios en clara desventaja.
La situación con Estados Unidos, aunque no afecta directamente a la comercialización de carne de vacuno, sí preocupa por su impacto indirecto en los costes de alimentación animal. El maíz y la soja norteamericanos son cruciales para el abastecimiento, y cualquier tensión comercial o fluctuación en ese mercado globalizado de cereales puede afectar "seriamente a los costes de producción de los ganaderos".
Calidad y sostenibilidad como señas de identidad
Ante un mercado exigente y cambiante, Dehesa Grande mantiene su apuesta por la calidad y la sostenibilidad como pilares fundamentales. Desde hace años, cuentan con un pliego de etiquetado propio, validado por la Junta de Castilla y León y auditado por una entidad externa (Certicar). Este autocontrol implica exigir a sus productores niveles que, "seguramente, muchas veces están por encima de lo que nos exige la ley". Es el camino elegido para mantener la imagen y el valor diferencial de su producto en el mercado.
La relación con los cooperativistas, la base de todo el proyecto, se cuida a través de los técnicos de campo y la labor del consejo rector. La comunicación es fluida para abordar las necesidades del día a día, con esa especial atención puesta ahora en facilitar la incorporación y consolidación de los jóvenes ganaderos.
El legado: motor económico y social de la comarca
Al preguntar por el legado de estos 25 años, la respuesta del gerente es contundente: el impacto socioeconómico en la comarca de Vitigudino. "Creo sinceramente que al final el motor económico en el que se ha convertido la cooperativa debería de ser muy valorado por la sociedad". Y añade: "Creo que lo es". En un contexto de despoblación rural, donde el censo ha disminuido notablemente en las últimas dos décadas, un proyecto empresarial y social como Dehesa Grande ha sido vital para "mantener un poco con vida a esta zona".
La inyección económica semanal, cifrada en "un millón y pico de euros" que se paga a los productores locales, es la prueba más tangible de su relevancia. "Ese valor que ha generado Dehesa Grande en la zona es el legado más importante", concluye. Un legado construido sobre la unión, la visión estratégica y el compromiso con la tierra, que ahora se proyecta hacia otros 25 años de futuro.