La irrupción tecnológica, la sobrecarga informativa, los bulos de las redes, los nuevos formatos... invitan a reflexionar en el Día Mundial de la Libertad de Prensa
Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se conmemora este sábado, es pertinente fijar la atención en el periodismo, que navega aguas turbulentas, en una travesía marcada por la reinvención constante, la irrupción tecnológica y la lucha por mantener la credibilidad en un ecosistema informativo saturado.
En Salamanca, como en tantos otros lugares, la profesión se enfrenta a un horizonte complejo, lleno de desafíos pero también de oportunidades para quienes estén dispuestos a innovar. Para tomar el pulso a esta realidad, conversamos con Diego Matos y Ana Carlos, presidente y tesorera, respectivamente, de la Asociación Salmantina de Periodistas (ASPE), que cuenta con 51 socios incluyendo profesionales de la provincia.
El panorama actual de la profesión en Salamanca refleja una tensión constante. "Yo creo que el periodismo siempre ha estado y estará un poco al filo", reflexiona Matos. Lo define como "una profesión muy vocacional, de las más bonitas del mundo, pero también muy difícil". La necesidad de innovar y reinventarse es una constante en una "crisis permanente" de medios y formatos.
Ana Carlos añade una perspectiva sobre la dureza del camino: "Es una profesión muy vocacional, muy mal retribuida y con inconvenientes de horarios y calendarios". Esta realidad, sumada a la "falta de credibilidad que tienen ahora los medios", provoca un desgaste significativo. "Han pasado muchos socios por la asociación que han terminado dejando el periodismo y dejando la asociación, claro, dedicándose a cosas completamente diferentes", lamenta.
Uno de los mayores desafíos es la competencia en el entorno digital, no solo entre medios tradicionales, sino con el vasto universo de las redes sociales y el llamado "periodismo ciudadano". Matos se muestra crítico: "A mí el periodismo ciudadano no me gusta, me parece que es un riesgo competir contra un señor que ha hecho una web y se mueve por Instagram, por WhatsApp... es cuando se generan bulos y desinformaciones". La dificultad para el público de distinguir fuentes fiables es un problema capital.
Ana Carlos apunta a la frustrante dinámica de la viralidad: "Compitiendo en las redes por ese mismo espacio, pues el que saca la cosa más impactante o el gatito más bonito va a tener mucho más interés que el medio de comunicación que está poniendo una noticia". Esta "dictadura de las visitas" en los medios digitales genera frustración cuando contenidos elaborados son eclipsados por trivialidades.
A esto se suma la presión sobre los propios periodistas. La necesidad de ser profesionales multimedia y multitarea (escribir, SEO, foto, vídeo) en redacciones a menudo menguadas acelera el ritmo. "Hace también muchas veces que tengamos que trabajar más de prisa, que no contrastemos tanto, que metamos a veces algún error más, y claro, el que metas un error en un momento en el que tienes poca credibilidad hace que encima te machaquen más", advierte Ana Carlos.
Y en medio de esta vorágine, irrumpe la Inteligencia Artificial (IA). Lejos de verla como una amenaza existencial, desde la ASPE la perciben como una herramienta potencial. "Nos va a servir como una herramienta de soporte, como un apoyo. Tendremos que aprender a utilizarla bien", opina Matos. Sugiere usos como la transcripción o el resumen de informes, pero siempre bajo supervisión humana. "Nunca, nunca, nunca nos tiene que sustituir esa creatividad e inteligencia humana (...) No podemos perder el foco: la búsqueda de la verdad". Es crucial, insiste, mantener los principios periodísticos clásicos como el contraste y la verificación. En este sentido, ASPE participa activamente, a través de FAPE, en un nuevo grupo de trabajo dedicado a estudiar el uso ético de la IA en el periodismo y a actualizar el código deontológico.
¿Qué depara el futuro? Ambos coinciden en que la adaptación será clave. "Vamos a tener que seguir en esta vorágine de aprendizaje constante ya para siempre", afirma Ana Carlos. Ella vislumbra una evolución hacia formatos que recuperen la cercanía y la experiencia directa, mencionando ejemplos como eventos periodísticos en teatros o newsletters especializadas. "Estás transformando el mensaje periodístico a otros formatos, recuperando lo cercano, lo no virtualizado".
Diego Matos cree que la innovación pasa por hibridar lenguajes y tecnologías: "Hay periodismo en cómic, periodismo 360... hay que buscar alguna manera nueva, sobre todo mezclandotodo lo que tenemos, porque las nuevas generaciones ya están pensando en otra manera de consumir noticias". Sobre el papel, ve un posible resurgir, pero "muy de nicho", enfocado en publicaciones especializadas y de calidad, similar al renacer del vinilo. "Quizá en ese revival hacia atrás volvamos dentro de unos años a atesorar el periodismo en papel".
Más allá de la representación formal, la labor de la ASPE se despliega en múltiples frentes. Por un lado, actúa como mediadora en los conflictos y problemas del día a día que afectan a los profesionales: desde dificultades de acceso a ruedas de prensa hasta tensiones con instituciones o problemas logísticos. "Nosotros mediamos en esos casos, la labor que hacemos es más silenciosa, y al final hacemos más gestiones de las que parece", explica Ana Carlos sobre esta faceta discreta pero crucial.
Por otro lado, la asociación tiene un firme compromiso con la promoción del periodismo y la formación. Han traído a Salamanca a numerosos periodistas de renombre nacional, organizado exposiciones y participado activamente en jornadas y congresos, llegando a acoger la asamblea nacional de la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) en 2018. Colaboran estrechamente con el Colegio de Periodistas de Castilla y León en iniciativas como 'Informados', un programa de alfabetización mediática en colegios e institutos para combatir la desinformación y explicar la figura del periodista.
De hecho, este lunes han organizado la visita del fotoperiodista Fidel Raso, que presentará 'Crónica de 30 años en primera línea: ETA, Euskadi y el mundo. Las fotos que me ayudaron a no entender la vida'. Será a las 19:30 horas en la librería ubicada en la Gran Vía 12.
Su actividad incluye también la participación en foros como 'Salud Clara', la colaboración con la Facultad de Comunicación de la UPSA y la organización de visitas a gabinetes de comunicación para que los socios conozcan otras salidas profesionales. Diego Matos subraya la filosofía participativa: "Cuando alguien me pregunta, '¿qué ganaría yo con asociarme?', yo siempre les digo que el planteamiento puede ser un poco erróneo, y que la realidad es, ¿qué aportarías tú a la asociación?, porque cada socio es una ganancia".
Finalmente, Diego Matos destaca que el Día Mundial de la Libertad de Prensa "es clave, fue proclamado en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y sirve como recordatorio para los gobiernos de la necesidad de respetar su compromiso con la libertad de prensa. También es un día de reflexión para los profesionales de los medios de comunicación sobre las cuestiones relacionadas con la libertad de prensa y la ética profesional. Se trata de una jornada de apoyo a los medios que son objeto de restricciones o amenazas a su libertad. Y también es un día de homenaje a los y las periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de su labor informativa. Una celebración muy importante para los periodistas".
Este año, la conmemoración global de esta jornada se centra, además, en la profunda influencia de la inteligencia artificial (IA) en el periodismo y los medios de comunicación. A pesar de las dificultades, la pasión por contar historias y mediar entre la realidad y el público sigue intacta. La ASPE, como faro y punto de encuentro, continúa trabajando para fortalecer una profesión esencial para la democracia, adaptándose a los nuevos tiempos sin renunciar a los valores fundamentales que la definen.