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Actualizado 30/04/2025 09:36:03
Redacción

Por Manuel Prieto Sierra, Vicepresidente Primero de CEOE-CEPYME SALAMANCA

El comienzo nunca es fácil, algo que hemos podido comprobar el nuevo Comité Ejecutivo de CEOE-CEPYME Salamanca.

Quizá por inercia, asimilación o por otras circunstancias, existe la creencia de que quien gana o pierde debe situarse en una posición de enfrentamiento permanente frente al otro. Esta actitud, que se repite con demasiada frecuencia, constituye a mi juicio un grave error. En la Confederación de Empresarios CEOE, lamentablemente, esta dinámica se está reproduciendo desde el primer momento, pese a que, desde mi punto de vista, no existen razones de peso que justifiquen mantener tal enfrentamiento más allá de las lógicas discrepancias y de asuntos personales que deberían resolverse en otros ámbitos.

Durante el Consejo Directivo celebrado el pasado viernes, este desencuentro volvió a ponerse de manifiesto. No parece razonable abandonar una reunión cuando se estaban abordando, de forma constructiva, las cuestiones que motivaron su convocatoria. Del mismo modo, resultan inaceptables las amenazas dirigidas contra algún presidente: ese no es, en absoluto, el camino.

El nuevo Comité Ejecutivo es legítimo, surgido de unas elecciones celebradas democráticamente. Ello no impide que los Estatutos de nuestra organización deban ser objeto de revisión y mejora en algunos aspectos, tarea que deberá realizarse mediante el consenso y con el objetivo prioritario de fortalecer la organización. Para ello, se ha constituido una comisión presidida por un destacado empresario, a quien admiro profundamente, que se encargará de elaborar las propuestas oportunas.

Tengo claro que las diferencias deben debatirse en los órganos de gobierno y que, quizás, las discrepancias no sean tan profundas como a veces parecen. Pero estos debates no deben afrontarse desde la imposición, sino a través del diálogo y el consenso. Los órganos directivos necesitan tiempo para adaptarse, para tomar decisiones, para cometer errores y, llegado el caso, para rectificarlos con naturalidad.

Debo reconocer que, con el Comité actual, todos hemos cometido precipitaciones. Es cierto que algunas decisiones, que yo mismo critiqué en su momento, no fueron del todo acertadas; pero también es cierto que, tras un debate profundo, dichas decisiones se encauzaron adecuadamente. Ese es el camino que debemos seguir: permitir que el Comité actúe, decida, y, en su caso, rectifique.

En todos los años que llevo en la Confederación, siempre se ha respetado el trabajo de los Comités Ejecutivos, incluido el anterior. Hoy, la situación empresarial es especialmente compleja; cada día los retos son mayores y la incertidumbre marca el panorama. Salamanca no puede permitirse situaciones de conflicto interno: es imprescindible retomar cuanto antes las conversaciones para lograr la ansiada unidad empresarial.

Quizá estemos más cerca de conseguirlo de lo que pensamos. Somos conscientes de que existen diferencias e idiosincrasias entre las organizaciones, pero también de que, con voluntad, es posible alcanzar un acuerdo. Para ello, será necesario resolver previamente cuestiones como la concurrencia de las mismas asociaciones en ambas confederaciones. Si logramos solventar este punto, la unión será mucho más factible.

Asimismo, considero fundamental que no volvamos al pasado ni nos aferremos a decisiones tomadas por Comités anteriores. Debemos sumar fuerzas internamente para afrontar con éxito el proceso de unión.

El Consejo Asesor, creado hace un año, debe asumir un papel clave en esta etapa. Creo firmemente que debería ser presidido por Juan Luis Feltrero, y que su función debe ser la de asesorar y resolver posibles diferencias, integrando en su seno a empresarios de prestigio, antiguos presidentes y personas que han recibido el Cecale de Oro. Allí deben surgir las ideas y propuestas que impulsen el mejor funcionamiento de nuestra organización.

En esta casa no sobra nadie. Todos somos necesarios. Debemos actuar de manera conjunta, evitando repetir errores del pasado que solo nos condujeron a escenarios de incertidumbre. No tiene sentido prescindir de empresarios que han demostrado, durante años, su compromiso y su valía dentro de la Confederación.

Si optamos por actuar en beneficio exclusivo de intereses particulares y no ponemos como objetivo común el fortalecimiento de la organización, el futuro será incierto y complicado.

Manuel Prieto Sierra

Vicepresidente Primero de CEOE-CEPYME SALAMANCA

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