Las ‘cantarinhas’ y su bonito vínculo con la primavera
Como cada año, el mes de mayo se inicia en la ciudad portuguesa de Bragança con la Feria de las Cantarinhas y de Artesanía. En la plaza de la Catedral y sus calles adyacentes, durante el largo puente del 30 de abril al 4 de mayo, podremos ver miles de ellas. Encontraremos las más tradicionales y las modernas, esmaltadas y sin esmaltar, realizadas a mano o de forma industrial, pero todas constituyendo un simpático y colorido reclamo.
Además de la Feria de las Cantarinhas, muchos puestos de productos artesanos ocuparán la Plaza Camões, en las traseras de la Catedral, en la que es ya la 37ª edición de la Feria de Artesanía.
Estos días las calles del centro de Bragança se llenan de ambiente y color y podremos encontrar casi de todo. Por supuesto, esas pequeñas cántaras, aquí llamadas cantarinhas, pero también ropa de hogar, menaje, artículos para la casa y el jardín, cerámicas y lozas, además de productos de la huerta, de panadería y dulcería.
La tradición de las Cantarinhas de Bragança se remonta al medievo, cuando en la ciudad se realizaba una importante feria el día 3 de mayo, a la que asistía gente de toda la región trasmontana y transfronteriza. En esta feria se compraban y vendían todo tipo de excedentes agrícolas y artesanales, principalmente, utensilios para las labores del campo. Siendo una época que precedía a las siegas y cosechas, las gentes se proveían de vasijas y cántaros para el transporte de agua.
Las cántaras de Pinela, un pueblo 20 km al sur de Bragança, tenían -y tienen- fama de ser las mejores, por el tipo de barro con que están hechas, por el saber de las cantareras y por las gruesas paredes de las vasijas, que conservan el agua más fresca y rica.
Se puede decir que el arte de las cantarinhas es fruto de manos de mujer, pues antiguamente fueron mujeres las que se encargaban de todo el proceso, desde ir a buscar el mejor barro donde sólo ellas sabían, acarrearlo hasta la aldea, secarlo en la era con las correspondientes batidas, y su criba para aprovechar sólo el polvo de más calidad. Después había que amasarlo intensamente hasta conseguir una bola uniforme, que las maestras alfareras convertían en cántaros y vasijas a fuerza de movimiento constante y veloz de la rueda.
Para obsequiar a los niños, que con pocos juguetes contaban, fabricaban unos cántaros pequeñitos, que se cocían arriba del todo, junto con las demás figuras, durante horas en el horno comunitario.
Se hizo costumbre que los que acudían a la gran feria del 3 de mayo de Bragança, llevasen alguna de esas cantarinhas para los hijos, los ahijados, la madre, la novia, …
Poco a poco la tradición se vinculó con la primavera, con los noviazgos y con el número 3. Por la Santa Cruz, las muchachas de Bragança que más cantarinhas recibían podían considerarse las más admiradas. Se comenzaron a regalar de tres en tres, porque se decía que así traían la suerte al hogar que las acogía.
Además de los puestos de venta, hay toda una programación organizada para estos días, en los que no faltará la animación musical de la mañana a la noche, con diversos grupos folclóricos, charangas y Dj nocturnos.
El viernes 2 de mayo, en la Plaza Camões, tendrán lugar las Serenatas del Festival Internacional de Tunas que se celebra estos días en la ciudad.
También habrá actividades infantiles y las atracciones de feria están instaladas en el Parque Eixo Atlántico, situado al noroeste de la ciudad.
El campeonato de Chega de Touros, una modalidad de lucha de toros propia del nordeste de Portugal, con la Mirandesa y la Barrosã como razas bovinas autóctonas, se celebrará el domingo 4 de mayo por la tarde.
Las fiestas se alargarán hasta el fin de semana del 10 y 11 de mayo, con la Feria del Stock en el comercio local y la Media Maratón de las Cantarinhas, que se correrá el domingo 11 por la mañana.
Las cantarinhas de Bragança son conocidas en toda la región norte de Portugal. Aquí se cuenta que las de Pinela y las de Vila Boa son las buenas, aunque tal vez no sean las más llamativas.
Ya sean modernas o antiguas, no habrá casa en todo el distrito de Bragança que no luzca, al menos, un trío de cantarinhas en alguna estancia. Hoy en día es tradición ofrecerlas a todo aquel por quien sentimos aprecio.
El saber hacer de las cantarinhas ya no se va a perder, pues existe en Pinela, en “el pueblo de las cantarinhas”, el Centro Interpretativo de la Cerámica.
Esta pequeña localidad, donde apenas residen unas 160 personas durante todo el año, situado 20 km al sur de la ciudad de Bragança, ha creado este espacio en lo que fueron antiguamente las escuelas, con los testimonios de las últimas alfareras y las conclusiones de varias investigaciones sobre este oficio, que dio de vivir durante décadas a esta población, hasta su declive a partir de mediados del siglo XX.
Además de la visita, que es gratuita y debe ser solicitada con antelación, realizan talleres, porque no quieren ser sólo un centro divulgador, sino también impulsor de esta actividad económica, añadiéndole hoy nuevas perspectivas comerciales, de uso y de diseño.
Desde el miércoles 30 de abril al domingo 4 de mayo, Bragança se llena de bullicio y color gracias a las cantarinhas y su bonito vínculo con la primavera.
Feria de Artesanía - Praça Camões
De 10h30 a 24h00
Feria de las Cantarinhas - Praça da Sé y calles del centro histórico
De 9h00 a 24h00
Solicitud de visita: + 351 936 466 413 – geral@cicpinela.pt
Programa completo Feria de las Cantarinhas y Artesanía de Bragança: https://turismo.cm-braganca.pt/feira-das-cantarinhas