Abandonarías la niñez
como un caparazón sobrante,
y tus ansias de más edad
te animan hacia delante.
Por ser adulto tú luchas,
te arriesgas en vanos intentos,
y cuando te ves ufano,
te da miedo el desencuentro.
Pero no te aflijas más
ni fuerces a tus deseos,
pues con el tiempo vendrá
la madurez de tus sueños.
Quien siempre quiere aprender,
está siempre agradecido
por tener la oportunidad,
a su tiempo, de ser fruto florecido.
Mercedes Sánchez
Dedicado, con inmenso cariño, a todas las personas que están en la adolescencia.