La representación se iniciaba en la iglesia parroquial y culminaba en el mirador, donde tenía lugar la crucifixión
Como ya es tradición en la mañana del Viernes Santo los vecinos de Villoruela se han echado a las calles para presenciar y participar en el Vía Crucis viviente, uno de los eventos más llamativos y destacados en la Semana Santa provincial.
Jóvenes y mayores se daban cita en la iglesia parroquial, gran punto de partida de esta escenificación que ha recorrido varias calles del municipio, hasta llegar al mirador, donde se representa la crucifixión. A lo largo del recorrido el séquito se va deteniendo para interpretar las distintas estaciones, algo seguido con gran atención por vecinos y visitantes.