Pese al reconocimiento por parte de la administración y la comunidad científica y a la actual conciencia social sobre la importancia de la trashumancia, existen una serie de dificultades en el intento de puesta en valor de la actividad, como son
• Consideración de la práctica ganadera trashumante como marginal, minoritaria y carente de competividad en el mercado.
• Desprestigio social de la profesión de pastor.
• Falta de remuneración por el mercado o por los marcos de ayudas de los servicios de los ecosistemas y de otros servicios generados por la trashumancia.
• Falta de investigación, estudios científicos e inventarios sobre el valor de los servicios de los ecosistemas generados por la trashumancia, buenas prácticas en la trashumancia, etc.
• Falta de reconocimiento de la actividad trashumante:
− Como patrimonio de la identidad colectiva.
− Como Bien de patrimonio inmaterial.
− Como actividad gestora del medio.
− Como elemento regulador del cambio climático
• Contradicciones y descoordinación en la legislación de pastos con la regulación de los montes y los aprovechamientos forestales, la legislación de espacios protegidos, la normativa de desarrollo rural, la actividad cinegética, la urbanística y otras.
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