Se está implementando de manera progresiva y en el segundo semestre de 2025 se aplicará al transporte metropolitano que conecta Salamanca con sus áreas funcionales
La Junta de Castilla y León avanza en su compromiso de garantizar la movilidad de todos los ciudadanos con la implantación de la gratuidad del transporte público de competencia autonómica, una medida anunciada por el presidente Alfonso Fernández Mañueco en el pasado Debate sobre el Estado de la Comunidad. Esta iniciativa prevé superar los 15 millones de viajes anuales, según ha adelantado el consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, durante su intervención en el foro 'El modelo del transporte de viajeros en Castilla y León'.
Sanz Merino ha destacado el esfuerzo económico realizado desde 2021, con una inversión cercana a los 165 millones de euros para garantizar la viabilidad del transporte público, a pesar de que "el 90% de las rutas son deficitarias y el 63% cuentan con menos de 5.000 viajeros anuales". Este compromiso responde a la necesidad de mantener un servicio esencial, especialmente en las zonas rurales con menor densidad de población.
La gratuidad del transporte se está implementando de manera progresiva. El primer paso fue el bono rural gratuito para el transporte a la demanda, que ha superado todas las expectativas con más de 250.000 usuarios en el último año y operando en más de 1.800 rutas.
Durante el segundo semestre de 2025, la gratuidad se ampliará al transporte metropolitano que conecta las ciudades de Burgos, León, Salamanca, Segovia y Valladolid con sus áreas funcionales. Este servicio registró más de 9 millones de desplazamientos en 2024, evidenciando su importancia para la movilidad regional.
Posteriormente, la gratuidad se extenderá a todas las rutas interurbanas de titularidad autonómica, que junto con el transporte metropolitano sumaron más de 15 millones de viajes en 2024, lo que representa un incremento del 9,7% respecto a 2023. Actualmente, la red de transporte autonómica cuenta con 2.629 rutas, 243 concesiones y 111 empresas prestadoras del servicio.
El acceso a esta gratuidad se implementará mediante un bono específico, similar al modelo de bonificaciones ferroviarias, y estará destinado exclusivamente a los ciudadanos empadronados en Castilla y León.
Paralelamente, la Junta ha iniciado una transformación integral del transporte público autonómico por carretera con un plan de digitalización dotado con más de 30 millones de euros, procedentes de fondos propios y del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
Este nuevo modelo se desplegará a través de nueve contratos que permitirán configurar un sistema de transporte más eficiente y moderno. Uno de los proyectos más destacados es la creación del Centro de Control del Transporte, que se ubicará en la estación de autobuses de León y coordinará inicialmente el transporte a la demanda, incorporando progresivamente nuevas funcionalidades como la gestión de datos en tiempo real.
Además, se está desarrollando un sistema central en la nube que centralizará toda la información del transporte autonómico, permitiendo la integración de datos como geolocalización, ticketing o videovigilancia, haciéndolos accesibles a los ciudadanos en tiempo real.
El proyecto también contempla la mejora de la experiencia de los usuarios mediante nuevos medios de pago —como NFC, QR, tarjetas bancarias o la nueva tarjeta de transporte de JCyL— y la instalación de más de 800 dispositivos embarcados en autobuses, así como marquesinas y paradas inteligentes.
La Junta continúa con su Plan de Modernización de las estaciones de autobuses de titularidad autonómica, al que ya ha destinado más de 40 millones de euros durante la actual legislatura. El objetivo es convertir estas instalaciones en espacios modernos, eficientes y accesibles, mejorando la confortabilidad para los usuarios y apostando por la eficiencia energética.
Hasta la fecha, se han realizado intervenciones en las estaciones de autobuses de capitales de provincia como Salamanca, León, Soria, Ávila, Palencia y Valladolid, así como en municipios como Ciudad Rodrigo, Ponferrada, Benavente, Almazán, Guijuelo, Medina de Pomar y El Burgo de Osma. En fases anteriores, también se actuó en localidades como Astorga, Béjar, Arenas de San Pedro, Guardo o Cervera de Pisuerga.
Con estas medidas, Castilla y León se posiciona a la vanguardia en movilidad rural e interurbana, apostando por un transporte más conectado, accesible e innovador que refuerza la cohesión territorial de la Comunidad.