La segunda quedada motera organizada por el grupo mirobrigense reunió a casi dos centenares de participantes para disfrutar de una ruta de 160 km repleta de paisajes espectaculares y patrimonio cultural.
El primer domingo de abril, coincidiendo con la explosión floral primaveral de Las Arribes del Duero, fue el escenario perfecto para la 2ª Quedada Motera organizada por el Grupo Motero “Los Bombeadores”, de Ciudad Rodrigo, en estrecha conexión con la comarca arribeña.
La convocatoria atrajo a cerca de 200 aficionados a las dos ruedas, que tomaron la Plaza de Bañobárez como punto de partida. Desde allí, iniciaron un recorrido de 160 kilómetros a través de las sinuosas y escénicas carreteras de Las Arribes, cruzando 15 localidades y atravesando hasta ocho puentes de interés histórico y cultural sobre el río Huebra, que mostraba su mejor cara gracias a las recientes lluvias.
La ruta incluyó el espectacular "Puerto de La Molinera" y enclaves singulares como el puente “Resbala”, deleitando a los motoristas, especialmente a quienes no conocían la zona por la belleza y diversidad del paisaje. Muchos expresaron su intención de regresar con más calma para explorar los miradores y detenerse en los numerosos rincones que ofrece el trayecto.
A mitad de camino, en la localidad de Bogajo, los participantes repusieron fuerzas con un tradicional plato de huevos fritos con “chichas” de matanza, acompañado de un refrigerio ofrecido por la empresa mirobrigense Paellas Gigantes David, que también se encargó de preparar una gran paella para el cierre de la jornada en Bañobárez.
Tras la comida de convivencia, se realizó un sorteo de obsequios entre los comensales, destacando un televisor de 50 pulgadas como uno de los premios principales.
Desde la organización, “Los Bombeadores” agradecieron la excelente acogida del evento, que superó todas las expectativas de inscripción. Asimismo, expresaron su satisfacción por poder dar a conocer la riqueza paisajística de la zona y su potencial como destino turístico, en combinación con el patrimonio de Ciudad Rodrigo y la cercanía cultural y gastronómica de Portugal. Un impulso clave para el desarrollo del suroeste salmantino.