La alardeada codenominacion de Mercado no parece haber tenido mucha fortuna.
Hace poco hablé del derribado Deposito de Campoamor como hito, desde luego muy visible. La definición más afín del término por la Real Academia de la Lengua es “6 m. Persona, cosa o hecho clave y fundamental dentro de un ámbito o contexto.”. Remoloneando por internet se repetía la de “En urbanismo se usa este término para designar aquellas edificaciones o elementos naturales que se destacan como acentos en las ciudades o en partes de éstas.” Fijándose en estos elementos, normalmente apoyados de consenso social, es más fácil moverse por los espacios urbanos.
No es un hito físico, pero sí de la ineptitud. ¿De verdad no hay otra solución?
Ayudan a reconocer muchas cosas, caso de paradas del transporte público, a pesar de tener una dirección postal. Desde luego ya no la habrá del Depósito, a pesar de ubicarse el Museo del Comercio en otros, subterráneos, en el mismo sitio. Esa misma institución se va convirtiendo en hito. Los hay menos oficiales pero llamativos por consenso social, como la desaparecida tienda Musical Iglesias, imagino por el tamaño del rotulo. U otros establecimientos comerciales o actividades privadas que por ello no siempre pueden conseguir carta de oficialidad.
Centros hay muchos y diversos, ¿tan difícil es poner el universal Hospital?.
Me llama la atención la apatía municipal en esto. Por ejemplo, ¿alguien interpretaría a bote pronto qué parada es Gan Vía 25?, o la de ¿Paseo de San Vicente, s/n (centro)?. No obstante puede dar alguna pista, ¿se identifica ágilmente Paseo de San Vicente, s/n (Río)?. Tampoco veo claro se entienda a cuál de las tres paradas con la misma denominación se refiere Calle de Los Valles Mineros, s/n. Supongo que es fácil encontrar muchos casos por cada uno de los usuarios de las afortunadamente muchas líneas de nuestro servicio público de autobús urbano.
Cuando ya estas allí ves el edificio.
Desconozco si se mantiene la Comisión Municipal del Callejero, pero si subsiste quizás no sea mala idea se ocupara del tema. O crear otra especifica. Sumando a ello las posibilidades ofrecidas por internet en el fomento de la participación ciudadana en algo aparentemente menor pero trascendente. Por supuesto la inmensa mayoría de viajeros del transporte público conocen perfectamente sus paradas concernidas, se llamen oficialmente como se llamen. Pero siempre existirá un porcentaje que no, o nuevos usuarios, y no cuesta tanto hacérselo más fácil, Google Maps aparte.
En ningún sitio Tomas y Valiente se identifica con Campus, ni La Alberca con Estación de Autobuses o Paseo de la Estación con la del Ferrocarril. Curiosamente añaden Hospital.
Se puede poner algún ejemplo más pensando en posibles visitantes. Seguramente intuyen que de las paradas denominadas Paseo de la Estación alguna estará en la propia Estación del Ferrocarril, si bien es difícil concluir lo sea Paseo de la Estación, s/n. Más complicado descubrir que Avenida de Filiberto Villalobos, 76 está frente a la Estación de Autobuses. Incluso que la Avenida de los Maristas s/n está en una de las entradas al Campus Miguel de Unamuno, o Avenida Doctor Ramos del Manzano, s/n entre dos Campus Universitarios. El mapa se vuelve indispensable.
Y hablando de paradas de transporte público, felicitar a nuestros munícipes gobernantes por la lenta extensión de pantallas informando de los tiempos de espera. Dudosa la utilidad de alguna, pero eso siempre es discutible. Ya no tanto la plaga de pantallas apagadas que parece asolarnos últimamente con frecuencia. De ser una inevitable molestia estadística, por el creciente número de afecciones es llamativo y preocupante. Sobre todo cuando dejan de ser temporales, minutos, pasando a permanentes de días e incluso semanas. ¿Dónde está la eficacia gestora de la derecha y lo privado?