En el marco del Día Mundial del Teatro, conocemos la historia, el día a día y cómo es ser miembro de la compañía de esta compañía de teatro salmantina
En el marco del Día Mundial del Teatro, conocemos la historia, el día a día y cómo es ser miembro de la compañía de teatro Spasmo Teatro, originaria de Salamanca. De la mano de uno de sus creadores, Álvaro, conocemos su historia: con más de una década de trayectoria, Spasmo Teatro se ha consolidado como una compañía que, con su humor gestual y su enfoque en el teatro familiar, sigue recorriendo España llevando risas a todos los públicos.
La compañía nació, sin saberlo, durante la infancia de los protagonistas. En su casa, en su barrio, en su hogar: el barrio de la Vega. "Desde pequeños, vivíamos cerca de los payasos de la Vega, quienes fueron nuestra inspiración. Nos divertíamos jugando a hacer teatro, y de ahí surgió todo. Empezamos con obras improvisadas, siempre con mucho humor, y poco a poco formamos un grupo de teatro de barrio, ‘Los colegas de la Vega’”, empieza explicando. Años después, con más experiencia y profesionalismo, fundaron Spasmo Teatro. Ahora nos enfocamos principalmente en el público infantil y familiar, con espectáculos didácticos que están teniendo muy buena acogida."
Al hablar de la situación actual del teatro señala que “es complicada, especialmente debido a factores políticos y los presupuestos disponibles, que influyen directamente en las contrataciones. Sin embargo, nosotros estamos trabajando mucho. La gente necesita desconectar, y el teatro sigue siendo una vía de escape para muchos. En nuestro caso, tenemos una agenda bastante llena, con espectáculos para familias durante los fines de semana y también algunas campañas escolares entre semana."
En los espectáculos son un equipo de cinco personas en gira: cuatro actores y un técnico que se encarga de la iluminación y el sonido. Además de una persona que se encarga de la parte comercial.
El día a día de una compañía itinerante no es sencillo. Álvaro nos lo explica: "El día a día es un poco un ‘encaje de bolillos’. Tratamos de organizar las giras de manera que las fechas y lugares estén cerca unos de otros, pero a veces tenemos que hacer viajes largos. Por ejemplo, podemos estar un sábado en Madrid y el domingo en Alicante, lo que hace que la logística sea un reto. Aunque no siempre tenemos suerte y nos toca hacer viajes bastante complicados, intentamos organizar todo lo mejor posible”, destaca.
A la hora de preparar la actuación, entran en juego los descansos, en especial si se trata de un estreno. "Ensayamos mucho cuando preparamos un espectáculo nuevo, normalmente unos seis meses antes del estreno. Pero una vez que está en gira, los ensayos son menos frecuentes. Nos damos cuenta de lo que funciona o no según las reacciones del público. En ese sentido, la gira se convierte en una especie de ensayo constante porque el público marca mucho cómo va evolucionando el espectáculo."
Dedicarte al teatro requiere pasión, y eso es algo que define a Spasmo Teatro. Álvaro nos lo explica: "Somos unos privilegiados, porque conseguimos trabajar en lo que nos gusta, algo que empezamos a hacer por diversión. Claro que tiene sus desafíos: viajes largos, montaje, horas fuera de casa... Pero el ver cómo el público se ríe, cómo los niños disfrutan de nuestros espectáculos, hace que todo valga la pena. La gratificación es enorme cuando el público responde positivamente."
Por todo ello, Álvaro comparte un mensaje para todos aquellos que celebran el Día Mundial del Teatro: "El mensaje es claro: hay que disfrutar de la vida al máximo. El teatro es una ventana para desconectar de los problemas cotidianos y nos encanta ver cómo las familias se ríen juntas en nuestros espectáculos. El teatro es un motivo para celebrar, y creemos que en la vida hay que celebrar cada momento”, concluye.