Cristina, Sergio, Ángela y César son algunos de los afortunados que disfrutarán de una de las viviendas protegidas impulsadas por el Ayuntamiento de Salamanca
Este 19 de marzo será una fecha que muchos ciudadanos de Salamanca no olvidarán nunca, puesto que a sus manos han ido a parar las llaves de uno de los pisos de la nueva promoción de 48 viviendas protegidas impulsada por el Ayuntamiento de Salamanca. Las lágrimas de emoción se mezclaban con la ilusión y la premura por acceder a las viviendas, pensando ya en cómo amueblar y decorar y contando los días para vivir en ellas.
Cristina es una salmantina que, a sus 38 años, y aunque en una etapa anterior ya vivió de alquiler, ahora puede independizarse del piso de sus padres: "Es una ilusión y un sueño cumplido. Además, he tenido mucha suerte porque me ha tocado en la primera convocatoria que me he presentado y sé que hay gente a la que no le ha tocado hasta después de 4 o 5 veces".
Además, Cristina manifiesta que "los alquileres y la compra están imposibles y si no fuera por esto no sé que podríamos hacer". El piso en la Plazuela de José Paz Maroto está muy cerca de donde esta salmantina ha vivido toda su vida: "He vivido siempre en los pisos de Nícar, por lo que la alegría es doble por poder vivir en mi barrio. Si me hubiese tocado en otra zona bien también, pero vivir en mi barrio... Fíjate, estoy a dos minutos de mis padres".
Respecto a la vivienda que le ha correspondido en suerte, Cristina se muestra tremendamente satisfecha: "No puede ser mejor. Es un bajo con orientación al sur y muchísima luz. Creo que si lo elijo no me hubiese tocado uno tan bueno". Esta salmantina está deseando poder entrar a vivir a su nueva vivienda: "No veo el momento de venirme aquí". Respecto al futuro, entre sus planes está el de adquirir la vivienda en propiedad: "En un par de años me la quedaré, en lo que me da tiempo a centrarme y a ahorrar un poquito".
No quiere finalizar sin agradecer la iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca: "Es algo extraordinario porque además de facilitar el acceso a la vivienda a precio asequible promueven la economía de la ciudad porque ahora la gente tiene que comprar muebles para las casas. A la gente que le cuento esto alucina porque las condiciones son inmejorables y la gente del Patronato es encantadora". "Estoy muy agradecida", finaliza Cristina.
Sergio llegó a España procedente de Venezuela hace siete años. Vivió en Madrid junto a su familia hasta que en 2020 emprendieron rumbo a Salamanca, donde se han instalado definitivamente. Aunque ya vivían de alquiler, esta vivienda protegida le llega como un regalo de la vida, tal y como él mismo manifiesta: "Estoy muy contento. Esto es una bendición de la vida y que nos ha regalado Dios. Hay que aprovecharla al máximo".
La emoción era palpable en el rostro de Sergio y su madre, que le acompañó en la entrega de llaves por parte de Carlos García Carbayo: "Esto es una sorpresa que voy a darle a mi mujer y a mi hija. Nadie sabe nada de esto salvo yo y mi madre, con la que estoy compartiendo este momento. Esta tarde vendré al piso junto a mi familia para hacerles este regalo". El afortunado explica que cuando emprendió rumbo a España no imaginaba este momento: "Mi objetivo no era venir a España a pedir una VPO, sino venir a trabajar y a hacer las cosas bien, a ayudar a crecer a España y creo que cuando uno obra bien, le va bien en la vida. Esto de la vivienda es un valor agregado y una bendición que me dio la vida".
Este venezolano está "encantado" con la vivienda: "Son pisos muy completos y muy bien terminados, con unos acabados que no me los esperaba. Estoy muy agradecido al ayuntamiento y al alcalde por su compromiso y por la calidad de las viviendas, con la calificación energética más alta que pueden tener".
Ángela Portillo y César Estrada son peruanos que junto a sus tres hijas pusieron rumbo a Salamanca hace cinco años para estudiar en la universidad. Apenas llegaron a la ciudad charra, la pandemia por el Covid se hizo presente en la sociedad: "Durante ese período murieron mi padre y mi hermano en Perú", afirma con lágrimas en los ojos la mujer, quien añade: "Tuvimos mucho miedo de volver a Perú y nos quedamos aquí porque tuvimos una oportunidad laboral".
Ángela también agradece enormemente la ayuda de su suegra el primer año en el que llegaron a Salamanca: "Nos ayudó mucho porque vivíamos los cinco en una habitación de su casa. Después nos pudimos mudar de alquiler a otra habitación, donde pasamos toda la pandemia. Hemos sufrido mucho pero gracias a Dios ahora tenemos un lugar donde podemos vivir". La mujer peruana, aunque ya con nacionalidad española, recuerda con emoción a sus familiares fallecidos: "Me gustaría que mi padre estuviese aquí para ver este momento pero sé que me ha ayudado desde el cielo, al igual que mi madre y mi hermano, también fallecidos".
El alcalde Carlos García Carbayo protagonizó una divertida anécdota junto a una de sus hijas hace unas semanas en una excusión del colegio donde estudia la pequeña al ayuntamiento, tal y como recuerda Ángela: "Llegó la niña a casa y me dijo muy feliz e ilusionada que el alcalde le había chocado la mano. Pese a que estaba como sexta suplente en la lista inicial, unos días más tarde me comunicaron que había sido agraciada con una de estas viviendas. Al enterarse, mi hija me dijo que el alcalde nos había dado la suerte porque le chocó a ella la mano en la excursión". Por último, la mujer revela que esta misma noche les han rayado el coche en la calle donde lo aparcan, y su hija le ha dicho lo siguiente: "Mami, no te preocupes porque ya no nos lo van a rayar más, que ya tendremos garaje".
Su marido César Estrada solo tiene palabras de agradecimiento para Salamanca: "Nos adaptamos muy bien a la ciudad y como teníamos experiencia en nuestras profesiones, no fue tan difícil adaptarnos. En algún momento se nos pasó por la cabeza marchar a otra ciudad, pero fuimos teniendo oportunidades laborales y nos quedamos. Hoy recibimos con gran alegría nuestra vivienda". La intención de esta familia es la de quedarse en propiedad con la vivienda: "Este tipo de iniciativas son fundamentales y las autoridades políticas deben seguir este ejemplo y facilitar el acceso a la vivienda a precios asequibles".