Interceptado en Vitigudino un conductor que nunca ha tenido carné, dio positivo en drogas y acumulaba tres órdenes judiciales
Esta detención marca la novena vez que se enfrenta a las autoridades por los mismos hechos
Un hombre que nunca ha obtenido el permiso de conducir ha sido interceptado por la Guardia Civil en Vitigudino mientras circulaba bajo los efectos de las drogas y con tres requisitorias judiciales pendientes.
El historial delictivo del conductor parece no tener fin. Esta detención marca la novena vez que se enfrenta a las autoridades por los mismos hechos, evidenciando un preocupante patrón de comportamiento que pone en riesgo la seguridad vial.
Los agentes de la Unidad de Investigación y Seguridad Vial (GIAT) del Subsector de Salamanca interceptaron al individuo el pasado 6 de marzo en la carretera DSA-452, a su paso por Vitigudino. Lo que podría haber sido un control rutinario se convirtió en una detención múltiple cuando comprobaron que el conductor no solo carecía de permiso de conducción, sino que además dio positivo en el test de drogas.
Triple requisitoria judicial
La situación del detenido se complicó aún más al descubrir que sobre él pesaban tres órdenes de búsqueda, detención y personación, todas ellas relacionadas con anteriores infracciones por conducir sin la autorización administrativa correspondiente.
Tras su arresto, el individuo fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Vitigudino, que deberá determinar las consecuencias legales de esta nueva infracción.
La conducción sin permiso está tipificada en el artículo 384 del Código Penal y puede acarrear penas de prisión de 3 a 6 meses, multas de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, sanciones que podrían acumularse en casos de reincidencia como el presente.
Este caso se suma a una preocupante estadística: según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el número de conductores fallecidos con resultados toxicológicos positivos en drogas de abuso ha aumentado un 9,4% desde 2014, lo que subraya la gravedad de combinar la conducción con el consumo de sustancias estupefacientes.