Regreso, con las letras, al pasado,
allá a esos días que leía
(oyendo a mi padre en Aguasanta
leerme en la sala de la casa).
Allá con mi mascota consentida,
en manos de mi madre, con su mancha
café a un costado de la frente,
de nombre inspirado en los Rolling
Stones. En la piscina a un Lobo,
cargándome en sus brazos de maestro,
las tardes de Xalapa tras la escuela.
Recuerdo a Dostoyevski en la penumbra
de 20, que habitaban mis abuelos,
las noches encantadas de la infancia.
Recuerdo, por igual, aquella tarde
***en Suzhou que concibe mi poesía.***
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