Javier Castaño, ante su adiós: "Jamás imaginé conseguir tantas cosas en mi carrera"

Sereno, con la satisfacción del deber cumplido y con la mente en calma, Javier Castaño ha decidido que es el momento de decir adiós a los ruedos. Atrás quedarán tardes de triunfos, sinsabores, esfuerzo, sacrificio, cornadas, superación y miedos. Cuando la temporada que está a punto de comenzar toque a su fin, los vestidos de luces y los trastos de torear de este torero salmantino formarán parte de una colección de recuerdos imborrables.

Inmerso en una exhaustiva preparación, al igual que ha realizado durante los treinta años que lleva dedicado en cuerpo y alma a la profesión, Javier Castaño concede esta entrevista a SALAMANCArtv AL DÍA antes de la que será su última temporada en activo. Finalizada su labor en un extraordinario tentadero en la ganadería de Pedraza de Yeltes, Castaño toma la palabra para mostrarse puro y sincero, del mismo modo que ha afrontado las casi 400 corridas de toros que ha lidiado en su trayectoria.

- Javier, encaras tu última temporada como matador de toros. ¿Pensabas que este momento llegaría algún día?

- Decir adiós cuesta mucho y más cuando es la profesión a la que llevas dedicándote toda tu vida. Desde que entré en la Escuela Taurina de Salamanca llevo treinta años en el mundo del toro, voy a hacer veinticuatro como matador de toros y ahora he decidido que esta sea mi última temporada en activo.

- Como acabamos de comprobar en este tentadero, tu preparación sigue siendo muy intensa. En el diccionario de Javier Castaño no aparece la palabra ‘relajación’.

- Estoy preparándome igual que otras temporadas, pero con la ilusión puesta en que sea una temporada muy bonita y especial. Espero que vengan muchas cosas buenas.

- ¿Qué es lo que te ha hecho dar el paso para decidir que tu carrera acabe en este momento?

- No ha habido una cosa ni un motivo en concreto para decir ‘hasta aquí’. En la vida llega un momento en el que hay que cerrar ciclos y etapas, y he decidido que el fin de mi carrera como matador de toros sea ahora.

- ¿Cuesta tomar una decisión así?

- Cuesta muchísimo, pero es una decisión meditada y pensada así que ya está, hasta aquí hemos llegado.

- Hablabas antes de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca. ¿Qué recuerdos tienes de esos comienzos?

- Llegué a la escuela con apenas 14 años, sin tener ni idea del toro. Venía de un sitio donde prácticamente no se hablaba de toros y llego a Salamanca con una mano delante y una detrás con el objetivo de empezar a labrar mi futuro. Podemos decir que partía del cero más absoluto y aunque en su momento fueron momentos duros, recuerdo esa etapa muy gratamente.

- En esos momentos, ¿llegaste a imaginar lograr lo que has podido conseguir a lo largo de tu trayectoria?

- En absoluto. Ni me imaginaba que podría llegar a conseguir tantas cosas como he podido conseguir, aunque otras muchas se me han quedado en el tintero.

- ¿Cuáles son esos principales logros de los que más orgulloso te sientes?

- Prácticamente he podido estar en todas las ferias del mundo taurino, he toreado en todos los países donde se dan toros, en las ferias más importantes y, aunque he tenido momentos mejores y otros peores, en ocasiones he podido disfrutar de la grandeza del toreo y lograr cotas importantes dentro del escalafón de matadores de toros. Estoy muy orgulloso de mi carrera y de estar a punto de conseguir llegar a las 400 corridas de toros, que se dice fácil pero hay que estar ahí en el día a día y matarlas teniendo en cuenta las circunstancias de cada momento.

- Esos momentos de grandeza de los que hablas, ¿compensan todos los sinsabores de la profesión?

- Sin duda. Además, soy una persona que tengo muy claro que en esta profesión el triunfo es efímero. Un día triunfas y todo es muy bonito, pero hay que disfrutar del camino porque hay otras veces que no te ponen en ningún sitio y que las cosas se tuercen. Por eso hay que disfrutar de ese camino, del entrenamiento, de los tentaderos, de la preparación… para que cuando llegue el triunfo, por efímero que sea, ves recompensado todos esos esfuerzos y momentos malos.

- Una de las fechas que ha marcado tu carrera es la de la encerrona con seis toros de Miura en la plaza de toros de Nimes (Francia) el 26 de mayo de 2012.

- Yo creo que eso fue un hito, no solo de mi carrera, sino de la historia del toreo. Matar seis toros de Miura no es nada fácil. Además, hasta la fecha no eran muchos los toreros que lo habían realizado en una plaza de toros de primera categoría. Además, hasta ese momento nunca nadie había cortado tantas orejas a una corrida de Miura toreando en solitario. Esa tarde ha marcado mucho mi carrera y la recuerdo con un especial cariño.

- ¿Podríamos hablar de Las Ventas, donde abriste la Puerta Grande siendo novillero, como una de las plazas que más han respetado a Javier Castaño?

- Sí, creo que en Madrid siempre he tratado de dar la cara, he matado todo tipo de encastes, de ganaderías y siempre me han respetado. Este año voy a poder despedirme de esa plaza y me gustaría estar preparado para estar bien y que ese respeto que siempre he sentido pueda devolvérselo con toda mi entrega.

- Otro de los momentos que no podemos pasar por alto de tu trayectoria es la tarde de tu reaparición en La Maestranza de Sevilla tras haber vencido al cáncer. Imagino que eso no se olvida nunca…

- De todas las corridas de toros que llevo toreadas, esa de Sevilla es la más emocionante sin ninguna duda. Después de todo el calvario que había pasado yo me había puesto la meta de llegar a Sevilla y allí estaba haciendo el paseíllo tan solo 19 días después de que la oncóloga me diese el alta. Todo fue muy especial y es la tarde más emotiva de mi carrera, por encima de cualquier otro momento.

- ¿Qué se siente al ver al público de Sevilla puesto en pie reconociendo el esfuerzo, la entereza y la torería de un salmantino dispuesto a jugarse la vida con una de Miura apenas quince días después de derrotar esa enfermedad?

- Recuerdo perfectamente que llegué muy mermado de facultades a La Maestranza pero ver que la gente te recibe así… (Se emociona al recordar). Tratas de contener las emociones pero no es fácil. Además Sevilla es una de las plazas más especiales en mi carrera y de las plazas en las que más torero me he sentido. Recuerdo cuajar toros muy bien como uno de Cuadri y otro de Miura en otra corrida. Esa afición es especial y he tenido momentos muy especiales en La Maestranza.

- Y Salamanca, ¿cómo ha sido la relación con esta plaza de toros? Porque no ha sido fácil.

- Salamanca siempre me ha preocupado mucho y es la plaza que más me ha atenazado y más me ha impuesto. Me costaba mucho romper esa barrera. Llegaba muy atenazado siempre a La Glorieta hasta que las cosas empezaron a rodar mejor y ya iba un poquito más relajado. A partir de ahí conseguí disfrutar por momentos en mi plaza de Salamanca y he tenido tardes buenas que todavía recuerdo.

- Una de esas tardes triunfales fue precisamente con un toro de la ganadería de Pedraza de Yeltes, donde nos encontramos hoy.

- Sin duda. Solo se ha lidiado un toro de Pedraza en La Glorieta que además fue Toro de Oro de la feria y fue al que le corté yo las dos orejas. Tengo la suerte de tener esa cabeza en mi casa y es un recuerdo excelente para mí. Guardo con mucho cariño en mi memoria esa tarde.

- Es obvio que te gustaría despedirte de Salamanca toreando en su plaza.

- Sí, esa es mi intención y así se lo he trasladado a la empresa porque creo que sería de justicia que pudiera estar en la Feria de Salamanca este año. Sé que hay toreros que también lo merecen, por supuesto, pero creo que por mi trayectoria y por ser un torero que ha paseado con orgullo el nombre de Salamanca por todas las ferias merezco un puesto para poder despedirme de esta afición. Siempre me he sentido torero de Salamanca y creo que es el mejor sitio para vivir. Si la empresa no lo ve oportuno, yo no puedo hacer nada más, pero me encantaría despedirme de La Glorieta. Si te digo otra cosa, te mentiría…

- ¿Sería esa tarde en Salamanca tu soñado adiós al toreo?

- No lo sé, porque al final uno tiene muchos sueños en la cabeza y de lo que uno quiere a lo que al final es puede distar mucho. Quiero que se vaya desarrollando la temporada y ya veremos como va aconteciendo todo. Sabemos como empiezan las temporadas pero no sabemos cómo van a acabar, así que hay que luchar y prepararse con la misma ilusión de siempre.

- Y cuando esto se acabe, ¿qué va a hacer Javier Castaño? Se te ve muy implicado con los jóvenes valores…

- (Risas). Sinceramente no lo sé todavía. Si me preguntas si voy a seguir ligado al mundo del toro te podría decir que no y te podría mentir, pero también puedo decirte que sí voy a seguir vinculado y mentirte también. La verdad es que no lo sé. Según se vaya desarrollando tomaré una decisión al respecto.

- Por último, ¿qué mensaje de despedida transmitiría Javier Castaño a toda la afición?

- Lógicamente estoy muy agradecido a todos los seguidores que he tenido, pero también a los que más me han arreado. Al final quiero estar agradecido todos los que han sido fieles a mí en los momentos buenos y en los malos y a los que me han arreado también les estoy agradecido porque han sido un aliciente para intentar mejorar siempre.

FOTOS: PABLO ANGULAR