Tu voz, aunque lo ignores, la escucho,
la oigo con lo dicho y lo callado.
No falta en el silencio lo nombrado,
aquí en el poema con que lucho.
Incluso tu semblante lo aprecio,
sereno en el cuarteto enmarcado.
Aprecio cada gesto delineado,
ahí en tu mirada sin desprecio.
Por eso me pregunto si es mío
lo impreso en la pintura con tu alma,
copiada sin buen tino por la pluma.
Mi vida, sin tu oleaje, se esfuma,
carece de sentido en la palma
***abierta de la mano nuestro río.***
torres_rechy@hotmail.com