Estos días está llegando a los pensionistas una carta que me ha llamado la atención. En absoluto me parece mal les informe su actual “patrón”, la Seguridad Social, sobre la revalorización de sus retribuciones. Conseguir unas pensiones dignas para toda la ciudadanía es una vieja lucha, atendida con más diligencia y decoro por la izquierda en este país. A pesar de la presunción de la derecha de ser su adalid, con sobrados ejemplos de prácticas no muy saludables y comprado por demasiados pensionistas, la realidad y la historia dicen lo contrario.
En el sobre se incluyen 3 folios con 6 páginas. Útil sólo es un folio con la revalorización e información adicional, ocupando sus dos caras. Otro lleva una carta de la ministra por una cara, y un tercero relevante información también por una cara. Se refiere al “certificado de retenciones por lRPF, el año anterior se anticipó (…) estaba previsto reducir la emisión de papel cumpliendo con las recomendaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que insta a las Administraciones a un consumo responsable de papel mediante la optimización de las posibilidades que ofrecen los medios electrónicos en la comunicación. (…) Así, este año no recibirá dicho certificado en formato papel, sino que podrá obtenerlo telemáticamente”.
Según informa la web de la Moncloa, la Seguridad Social abonó 10.294.786 pensiones a 9,3 millones de personas en enero. Entiendo que toda esa gente ha recibido la carta de tres folios, en total uno útil, otro discutible y uno en blanco. Sin embargo, no les pueden incluir el certificado de retenciones, aunque imagino no todos lo necesiten. Está muy bien gastar menos papel, pero quizás no precisamente con una parte tan vulnerable de la sociedad. A pesar de la encomiable cantidad de posibilidades ofrecidas, hasta con foto. Sin poner en duda lo razonable de obligar a obtener documentos por internet en general. Encima en este caso se malgasta papel donde se podría adjuntar.
No sé cuántos pensionistas presentan Declaración de la Renta, ni si les puede surgir algún problema con esto. Pero no parece muy adecuado avisar, por segundo año, del ahorro de papel en un documento relevante, malgastando precisamente papel. Desde el punto de vista de la ejemplarización y la educación ambiental algo chirría bastante. Luego está el uso de internet por parte de nuestros mayores. Como aquellos con 75 y más años, de los cuales un 41’7 lo han utilizado alguna vez en 2022, según nos dice rede.es y el INE. Desconozco si se tiene en cuenta la gestión en su nombre por familiares.
Lástima otros atesoraran mejor el papel, como la justicia incluidos sus efectos en los medios de comunicación escritos, (los digitales podrían ahorrar energía). Desde luego todavía hay muchos sitios donde se puede economizar. Salamanca de Transportes es otro buen candidato, además conseguiría evitar tiempo robado a la ciudadanía en colas. Me parece bien la iniciativa, digitalizar la administración para ahorrar papel. Por supuesto pensando en la gente, no en no está muy claro qué en demasiadas ocasiones. De repente me acuerdo del Ingreso Mínimo Vital, un dechado de eficiencia informática.