OPINIóN
Actualizado 28/01/2025 10:23:16
Marcelino García

Amnistía Internacional considera que en estos días en los que las familias se reúnen y expresan sus buenos deseos es también un buen momento para solidarizarnos y hacer llegar a todas los ciudadanos y ciudadanas chinas que sufren represión y que están detenidas nuestros mejores deseos por ejercer o defender los derechos humanos en su país.

Juan L. Hernández

Activista defensor de los derechos humanos

El 25 de enero se celebra el Año Nuevo chino, Año de la Serpiente, también conocido como el Festival de la Primavera, y que se corresponde al año 4723 según su propio y particular calendario. Parece ser que la Fiesta de la Primavera tuvo su origen en los sacrificios que se ofrecían en la Antigüedad a las deidades y antepasados con el objetivo de pedir paz y una buena cosecha. Al igual que en Occidente, esta celebración de año nuevo también tiene un amplio seguimiento en China y en todas las comunidades de ciudadanos chinos que están a lo largo y ancho de este mundo globalizado.

Pero desafortunadamente no todos los ciudadanos y ciudadanas chinas podrán celebrarlo como corresponde porque son muchos los que se encuentran en prisión, ya sea por defender la libertad de expresión, los derechos humanos o la disidencia. Por tanto, también es una buena ocasión, como de hecho Amnistía Internacional viene haciéndolo desde hace ya varios años, de defender los deseos de libertad hacia las personas encarceladas por estos motivos y algunos casos concretos, entre los muchos que podrían exponerse, de personas encarceladas y los motivos por los que están son las siguientes: Jimmy Lai (periodista y activista prodemocracia en Hong Kong detenido en 2020 acusado de «connivencia con fuerzas extranjeras»), Ilham Tohti (intelectual uigur condenado a cadena perpetua en un juicio sin garantías por informar sobre violaciones de los derechos humanos, y que actualmente lleva 10 en prisión), Sophia Huang Xueqin (activista de #MeToo condenada en junio de 2024 a cinco años de cárcel acusada de «incitar a la subversión del poder del Estado»), Wang Jianbing (abogado laboralista condenado a tres años y medio de cárcel, acusado de «incitar a la subversión del poder del Estado») y, finalmente, Zhang Zhan (periodista y abogada de derechos humanos, detenida de nuevo tras cumplir cuatro años de condena por informar sobre la detención de periodistas y el acoso a familias víctimas de la COVID-19).

El último Informe anual de Amnistía Internacional, donde se detalla situación de los derechos humanos en gran parte de los países del mundo (en 2023 fueron 155 los países analizados) estudia cómo se encuentran estos derechos en China y estas son algunas de las situaciones denunciadas que se viven en el país:

Sobre la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, el informe dice que las autoridades chinas siguieron restringiendo gravemente estos derechos, aplicando la legislación de forma abusiva, a menudo con el pretexto de preservar la seguridad nacional.

Sobre los defensores y defensoras de los derechos humanos: los profesionales del derecho, intelectuales, periodistas, activistas y personal de ONG han seguido siendo atacados con el objetivo de aplastar la disidencia y reducir el espacio a la sociedad civil, al igual que las mujeres que colaboran con el Comité para la eliminación de la Discriminación de la Mujer denuncian que sufren intimidación, acoso y violencia sexual y de género.

Sobre refugio y migración: expertos de la ONU instaron a China a no repatriar por la fuerza a personas norcoreanas, tras haberse sabido que las autoridades chinas habían devuelto a Corea del Norte a más de 500 personas, en su mayoría mujeres, a pesar de las advertencias previas de que las personas devueltas podían sufrir duros castigos, como desaparición forzada, tortura y otros malos tratos y posible ejecución.

Sobre la represión de la disidencia que vive en el extranjero, incluida la presión ejercida por las autoridades chinas sobre otros países para que repatriaran por la fuerza a personas de nacionalidad china que, de ser devueltas, corrían peligro de detención arbitraria, tortura y otras violaciones de derechos humanos.

Sobre la Región Autónoma Uigur de Xinjiang y la del Tibet, dice que no se apreciaron avances en la aplicación de las recomendaciones contenidas en el informe de 2022 de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y se documentan posibles crímenes de lesa humanidad contra uigures y otras personas de grupos predominantemente musulmanes de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang. También se denuncia la envergadura de la discriminación ejercida contra la población tibetana y de las restricciones de sus derechos, lo que socaba cada vez más su identidad cultural y su lengua.

Sobre los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTIQ+), se informa que las autoridades aplican medidas disciplinarias y presiones al colectivo.

Sobre la pena de muerte, se afirma que no hay información sobre el número de personas condenadas o ejecutadas porque se considera un secreto de Estado y que, además, se aplica a delitos que no se ajustan al criterio de «los más graves delitos» establecido en el derecho y las normas internacionales.

Sobre los derechos laborales, según el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, se consideró preocupante el acoso sexual a mujeres, así como la insuficiente investigación a las denuncias de violaciones de la legislación y la normativa pertinentes, también la falta e insuficiente cobertura médica y de accidentes y la inadecuada cobertura de la seguridad social para los trabajadores migrantes del campo a la ciudad.

Y, finalmente, sobre la Región Administrativa Especial de Hong Kong, donde continua habiendo falta de libertad de expresión y reunión, incluyendo además una legislación restrictiva contra activistas en favor de la democracia, periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos y otras personas y se siguió persiguiendo a personas críticas con las autoridades de Hong Kong residentes en el extranjero.

Por todos estos motivos mencionados en el Informe anual, Amnistía Internacional considera que en estos días en los que las familias se reúnen y expresan sus buenos deseos es también un buen momento para solidarizarnos y hacer llegar a todas los ciudadanos y ciudadanas chinas que sufren represión y que están detenidas nuestros mejores deseos por ejercer o defender los derechos humanos en su país.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Año Nuevo chino: represión sin tregua