Los conflictos más habituales son entre parejas por celos, en los colegios con los profesores por faltas de respeto graves, abusos en relaciones asimétricas, violencia intrafamiliar, bulling, fugas, tráfico de drogas, prostitución infantil, intentos de suicidio, etc.
Podemos explicar esta amalgama con diversos diagnósticos de transtornos disociales, trastorno del apego, transtorno por estrés postraumático, hiperactividad, etc.
El cuidado familiar y social de estos niños no ha sido el adecuado. Han sido abandonados , maltratados y abusados en su mayoría.
En nuestras casas escuela hemos intentado crear un ecosistema compensatorio de protección, cuidado e integración social. Una formación profesional amplia con aprendizaje servicio donde todos van a sentirse útiles, una escuela de circo, cine, deporte, viajera, etc.
Ante una crisis violenta a veces hay que contener hasta que llega la policía, con formación de algunos educadores en defensa personal pero sin guardias de seguridad.
La forma de abordar es con el modelo constructivista sistémico y centrado en soluciones.
Decía un chico de Santiago Uno este fin de semana: “ Esa se cree una reina y es una reina, esta se cree una mierda y es una mierda”.
Repetirles lo malo es darle vueltas a un problema obvio que funciona como arenas movedizas.
Observar: viendo lo positivo que todos tienen, los pequeños logros, las excepciones al problema. Empoderar los pocos momentos que vencen sus demonios, darles control, hacerles conscientes de su valía argumentando con ejemplos,…
Ser conscientes que le importan a alguien es una buena medicina. Que algún adulto se preocupa por ellos desinteresadamente.
Manifestar un educador en una asamblea, cuando pasa con ellos un fin de semana de gratuidad, que le duele que se sigan haciendo daño puede servir para que alguien regrese de una fuga, para que alguien vaya a montar esa tarde a caballo en vez de drogarse. Por eso los mensajes yo auténticos, el sentirse especiales para alguien puede servir de punto de inflexión.
En la Mitología griega la mirada de Medusa te convertía en piedra. Para mediar en un conflicto las miradas de los educadores deben dar confianza, seguridad, cariño, esperanza. Para la incomprensión Perseo también necesitaría un escudo reflectante.