En los últimos años, las casas de madera prefabricada han pasado de aparecer en las publicaciones de arquitectura como una previsión del futuro a consolidarse como una alternativa optimizada. Se reduce el tiempo de fabricación, se cuenta con el espacio justo y necesario y el proceso es mucho más rápido que en la edificación tradicional.
Lo que al principio eran castillos en el aire, hoy son todo tipo de casas de madera que pueden convertirse en lo que quieras. Hay despachos para el jardín, estudios de pintura, casas para los invitados, bodegas y lo más importante: primeras y segundas viviendas. El catálogo de opciones es muy amplio y se puede ver en sitios como https://www.pineca.es. Tienen diversas opciones de aislamiento y materiales de alta calidad.
Las casas de madera tienen cada vez más opción de ser personalizadas. Además, tanto el proceso como el precio final están más controlados. Hay modelos de casa tradicional desde 2.250 euros como la caseta de jardín Peter, que tiene 12 metros cuadrados y se puede obtener con una entrega rápida entre 2 y 6 semanas.
Ese modelo en concreto tiene unas puertas dobles muy elegantes que le queda perfectas a su tejado en forma de ápice. Se puede poner en el jardín de casa y que quede estupenda por su diseño compacto. Se adapta a lo que estés buscando, tanto estética como funcionalmente.
Con el precio que está alcanzando la vivienda en las grandes ciudades, las casas de madera prefabricadas se están convirtiendo en una solución para muchas personas de entre 30 y 40 años. Muchas de ellas buscan tener su casa en las afueras de la ciudad. Esta solución puede ser refugio en medio de la naturaleza que puede incluso ser autosuficiente alimentarse con placas solares.
Además, como los tiempos son más reducidos que los de una vivienda convencional, las personas pueden convertir su sueño de tener una casa mucho antes que cuando se compra una vivienda sobre plano en la ciudad. Este tipo de casas proliferan cada vez más por toda España y también, claro, en Salamanca.
Las casas de madera prefabricadas tienen un impacto mínimo sobre el entorno natural, vinculado a la fabricación y al tamaño de las viviendas. Al tener un proceso tan estudiado, se consume y desperdicia menos. La estructura de una casa prefabricada está optimizada para que pese lo menos posible.
Así, también se facilita su transporte. Porque al utilizar la cantidad más pequeña posible de material en su construcción, se gasta menos combustible y energía en hacerla llegar a su destinatario. Además, no se necesita tanto espacio para vivir. Quienes están ya en el movimiento de disminuir los recursos que necesita, encajarán bien con la filosofía de las casas de madera prefabricadas.
Hace tiempo que la sostenibilidad y la búsqueda de la ecología se han convertido en una realidad alejada del simple marketing. El público está más concienciado y el contexto es cada vez más favorable a estos valores. Tras la pandemia de covid, se ha puesto en valor el entorno natural, el espacio y el teletrabajo.
La construcción del futuro pasa por aquí. Puede ser en forma de vivienda modular o prefabricada. La modular es la que se crea con construcciones ya están estandarizadas y que se pueden repetir o incluso combinarse entre sí. Estas se construyen en fábrica y se suelen transportar ya montadas.
Cuando se habla, sin embargo, de un proceso industrializado quiere decir que la casa se crea en cadena. Es decir, como ya has visto que se puede fabricar un coche. Cuando se habla, en cambio, de casas prefabricadas, quiere decir que, al contrario que las clásicas viviendas de siempre, estas no se han creado in situ.
En resumen, una casa puede ser prefabricada, pero no tiene por qué ser modular ni que se haya fabricado de manera industrial, aunque suele ser el caso.
Aunque la industrialización de la edificación todavía no llega al 3%, está avanzando. Eso sí, en otros países como Holanda ya está cerca del 40%. Poco a poco van quedan atrás las historias de creadores de casas de madera prefabricadas que eran los Don Quijotes del sector.
Ahora se trabaja más rápido y de forma más eficiente. Empresas como Pineca ofrecen la posibilidad de crear una vivienda y que se adapte a tu proyecto. Por ejemplo, puedes tener una casa de madera que esté lista para entrar a vivir como el modelos Nicole S. Está aislada con revestimiento y tiene 68 metros cuadrados.
Su estilo contemporáneo está preparado para acoger una buena celebración familiar en su salón de 27 metros cuadrados. También tiene acceso directo para el jardín y un dormitorio. Se ha hecho con madera natural de coníferas de crecimiento lento.