SOCIEDAD
Actualizado 23/01/2025 13:47:41
Vanesa Martins

Se trata de uno de los pocos tumores en los que es posible hacer una detección precoz, unas pruebas que consisten en la realización de pruebas diagnósticas a personas, en principio sanas

La prevención es fundamental para cualquier tipo de cáncer. El de cuello de útero, el cuarto más frecuente entre mujeres en Salamanca no es una excepción por eso desde la AECC recuerdan la importancia del diagnóstico precoz.

La prevención primaria del cáncer de cuello de útero se basa sobre todo en la vacunación preventiva de la población sana frente al VPH, de cara a prevenir la infección y por tanto evitar el desarrollo de lesiones preneoplásicas y el cáncer de cérvix. Recogemos las recomendaciones que explica la Asociación Española Contra el Cáncer.

La vacunación

Existen en la actualidad tres vacunas en función de los subtipos de VPH. Las vacunas no contienen el virus completo ni material genético del virus, de forma que no pueden producir la enfermedad. La vacuna tiene la capacidad de estimular la producción de defensas (anticuerpos) frente.

Como el VPH es factor de riesgo de otro tipo de cánceres y no exclusivamente del cáncer de cérvix, se recomienda la vacunación tanto de niñas y niños a partir de los 12 años. Es ideal que las niñas y los niños reciban la vacuna antes de que tengan contacto sexual, ya que una vez que alguien se infecta con el virus del papiloma humano, la vacuna podría no ser tan efectiva o podría no funcionar en absoluto.

El calendario de vacunación indica las pautas que deben seguirse para realizar la vacunación:

  • A los 12 años: Dos dosis a todos los adolescentes de 12 años de edad, con una separación de al menos 5-6 meses entre dosis.
  • Entre los 13 y los 18 años: Vacunar solo a las adolescentes no vacunadas, o vacunadas parcialmente, con anterioridad. Si se inicia la vacunación a partir de los 15 años se administran 3 dosis con pauta 0, 1-2, 6 meses (según vacuna utilizada). Se completa la pauta en función de la edad de la primera dosis.
  • Personas con condiciones de riesgo tanto hombres como mujeres: Deberán recibir 3 dosis. Se consideran situaciones de riesgo frente al VPH las siguientes: Síndrome WHIM (vacuna que cubra tipos 6 y 11), Infección por VIH (hasta los 26 años), Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (hasta los 26 años), Personas en situación de prostitución (hasta los 26 años) y Mujeres que hayan tenido cirugía de cérvix (cualquier edad).

Otra medida de prevención primaria de VPH es el uso del preservativo, si bien solo lo evita en el 60-70 % de los casos, porque la trasmisión puede ocurrir también en zonas que el preservativo no cubre o previamente a su colocación.

Pruebas de cribado

Se trata de uno de los pocos tumores en los que es posible hacer una detección precoz, unas pruebas que consisten en la realización de pruebas diagnósticas a personas, en principio sanas, pero que se encuentran en un grupo de riesgo.

El programa de cribado de cáncer de cérvix se ha venido realizando en España mediante citología (prueba de Papanicolau) y con carácter oportunista desde hace 50 años. Esta prueba es capaz de detectar el ADN o material genético del virus en una muestra extraída del cérvix, permitiendo conocer su subtipo y por tanto determinar si se trata de un VPH de alto riesgo (potencialmente oncogénico) o no.

El desarrollo de la prueba es muy similar al de la prueba de Papanicolau, usándose un hisopo o un cepillo para extraer la muestra del cuello uterino, que posteriormente será analizada en el laboratorio con la finalidad de detectar el virus.

El nuevo programa de cribado de cáncer de cérvix va dirigido a todas las mujeres de entre 25 y 65 años que sean o hayan sido sexualmente activas y que no hayan sido sometidas a histerectomía (intervención quirúrgica destinada a la extirpación del cérvix) o lo hayan sido por cáncer de cérvix o por lesiones premaligna. El protocolo varía ligeramente entre las distintas franjas de edad comprendidas en ese rango:

  • Mujeres entre 25 y 34 años: La prueba de cribado en este caso es la citología mediante la técnica de Papanicolau cada 3 años.
  • Mujeres entre 35 y 65 años: La prueba de cribado en este caso es la detección directa del material genético del VPH de alto riesgo (prueba para la detección del VPH de alto riesgo descrita previamente). La periodicidad en este caso variará en función del resultado de la prueba. De esta forma si la prueba del VPH es negativa (no se detecta VPH de alto riesgo) ésta deberá repetirse cada 5 años. Por el contrario, si la prueba del VPH es positiva será necesario complementar el estudio con un triaje mediante citología (prueba de Papanicolau). En el caso de que la citología no muestre hallazgos de malignidad será necesario repetir la prueba para la detección del VPH de alto riesgo 1 año después.
    Hay que destacar que, aunque este programa de cribado va dirigido a toda la población femenina de entre 25 y 65 años, en aquellos casos en los que se establezcan factores de riesgo individuales o familiares según el criterio médico, serán necesario aplicar protocolos específicos, siempre siguiendo el criterio médico especialista.

Para evitar el mayor número posible de errores en la realización de las pruebas de cribado del cáncer de útero es importante que la mujer siga una serie de recomendaciones antes de acudir al ginecólogo para realizar esta prueba:

  • Evitar las relaciones sexuales en las 48 horas previas a la realización del mismo.
  • Evitar lavados vaginales en las 48 horas previas.
  • No utilizar espermicida u otras cremas vaginales 48 horas antes del test.
  • La prueba ha de realizarse entre periodos.

*INFORMACIÓN AECC*

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