Con una larga trayectoria a sus espaldas, es su primera película como director; un film sobre relaciones familiares que "a la gente le llega"
Aitor Echeverría ha presentado este martes en Salamanca su primera película como director, ‘Desmontando un elefante’, en cartelera en los Cines Van Dyck desde el pasado día 10.
“Es una película de adicción; la madre es adicta al alcohol y la hija es adicta a la madre. Es una relación entre dos mujeres que tienen que aprender a quererse, a cuidarse y durante la película desarrollamos el primer año de convivencia de una familia después de que la madre salga de un centro de desintoxicación por su adicción al alcohol”, cuenta Echeverría sobre el argumento de una película protagonizada por Emma Suárez y Natalia Molina.
Un film que, de momento, no deja indiferente a nadie. “Estoy disfrutando mucho con los coloquios que se hacen con el público después de las películas. Me están sorprendiendo mucho. He dedicado mucho tiempo a hacer esta película y, de repente, ver que aquello que tú querías explicar a la gente le llega y encima le gusta como se lo has explicado, me tiene fascinado. Es mi primera película, con lo cual estoy muy contento de haber conseguido esto”.
El motor de esta historia, cuenta Aitor Echeverría, “es una experiencia personal; tiene que ver con un familiar que es adicto pero dejó de consumir hace muchos años; eso me marcó mucho, me marcó su adicción, pero también la incomunicación que había dentro de la familia. Ese es el elefante al que hace referencia el título; ese problema que está ahí en la familia que se va haciendo grande y que nadie quiere verlo, no hay manera de cómo de darse cuenta de que hay un elefante. La película trata de cómo podemos hacer frente a ese elefante; el primer paso es verlo, sin verlo, no lo vas a poder sacar”.
Una peli que, según su director, “va más sobre las relaciones personales y sobre todo familiares, de cómo nos queremos y de la distancia que hay entre alguien y su ser querido, o sea, como uno puede ayudar al otro sin acabar hasta el cuello o cómo poder acercarte para ayudarlo. Es una relación que en la película las dos protagonistas intentan buscar y les cuesta encontrarla; la vida cambia y las circunstancias cambian y hay que volver a renegociar esa distancia entre los seres queridos; la película aborda eso, es un tema muy complejo”.
Es la primera película como director de Aitor Echeverría, pero a sus espaldas lleva “casi 30 años en el oficio, bastantes como director de fotografía”. El entorno del rodaje “es algo que es muy familiar para mí; las experiencias nuevas para mí es esto, la distribución y la promoción”.
Tras dirigir seis cortos, está “muy orgulloso de cómo ha quedado su primera película. Creo que es una película sólida, que se defiende por sí misma, que toca, la gente se queda en la sala cuando acaba dándole vueltas y se la lleva a casa. Deja mucho espacio al espectador, lo invita a participar, a editar la película y eso la hace grande”,
Aitor Echeverría se considera “un cineasta, que quiere hacer proyectos interesantes; lo seguirá haciendo como director de fotografía, apoyando a directores para explicar su historia y buscando historias propias. Me gustaría poder seguir dirigiendo porque me ha gustado mucho”.