Este acompañamiento consiste en que los voluntarios visitan a las familias en sus hogares, adaptándose a sus necesidades y en casos que así se demanda
El servicio de acompañamiento domiciliario de Cruz Roja Juventud Salamanca ofrece apoyo a las familias que necesitan asistencia tras el alta hospitalaria, especialmente en casos de niños con ingresos psiquiátricos. Este servicio, derivado a través de las trabajadoras sociales del hospital, tiene como objetivo principal proporcionar un espacio de apoyo educativo y emocional tanto a los niños como a sus familias.
Tras conocer la labor altruista que estos jóvenes voluntarios realizan en el hospital de Salamanca, conocemos cómo es su acompañamiento fuera del centro.
Este acompañamiento consiste en que los voluntarios de Cruz Roja Juventud visitan a las familias en sus hogares, adaptándose a sus necesidades: desde actividades recreativas con los niños, como apoyo emocional a los padres. “Nos adaptamos a lo que la familia necesite: desde ayudar a ordenar la habitación hasta ofrecer un respiro a los padres. Es un acompañamiento que busca aliviar la saturación emocional y física de las familias”, explican los voluntarios.
Gonzalo Gutiérrez y Eva Suárez, voluntarios en este tipo de acompañamiento, explica con su experiencia. “En muchos casos, el mayor apoyo lo necesita la madre, que se siente desbordada. Conversar con ella y brindarle un espacio para desahogarse es tan importante como el tiempo con el niño”.
En lo que respecta a la experiencia personal de los voluntarios, su apoyo en el hogar tiene un impacto profundo tanto en las familias como en los voluntarios. Gonzalo comenta sobre su experiencia que “es emocionante ver cómo, al ofrecer apoyo, la familia se siente más tranquila y confiada. Conectar con ellos de una manera tan cercana es muy gratificante.”
El hecho de que los voluntarios sean jóvenes también es clave para conectar con los niños. En este sentido, Carla destaca que “los niños se sienten más cómodos con jóvenes que con adultos, lo que hace que se abran más fácilmente. También ayuda a cambiar la visión negativa que algunos niños tienen sobre los jóvenes”. Llegando incluso a crear bonitos lazos cuando termina su acompañamiento.