Finalizada la misa tuvo lugar la tradicional procesión y la bendición de campos y animales en la ermita de San Lorenzo
Organizada un año más por el Club Deportivo de Caza los Sauces, los vecinos de Saucelle no faltaron a la cita con San Antón, celebraciones trasladadas al fin de semana y que comenzaban la pasada noche con la quema de capachos para celebrar el fin de la cosecha de aceituna.
Para este sábado se reservaban los actos religiosos al que es considerado el segundo patrón de la localidad, jornada que comenzaba con la misa oficiada por el párroco Miguel Ángel García y amenizada bajo los sones de la gaita y el tamboril de Diego Rengel.
Entre tanto, a las puertas de la iglesia esperaban algunas mascotas, perros la mayoría, y algún gato. Tampoco faltaron caballerías, aunque solo hubo un burro y que, asustado por los cohetes, no se dejó montar durante la procesión hasta la ermita de San Lorenzo.
Finalizada la misa, los vecinos se dirigieron en procesión bajo Los pajaritos de San Antón bien tocada por el tamborilero, así hasta el teso de la ermita donde el párroco procedió a la bendición de campos para finalizar con ¡vivas! a San Lorenzo.
Seguidamente, en la escalinata de la ermita el cura procedía a la bendición de animales, acto también presidido por el CD de Caza los Sauces en calidad de mayordomos, en esta ocasión representado, varas en mano, por Alfredo Hernández y Víctor Martín.
Concluidos los actos religiosos, el teleclub acogería un convite ofrecido por los cazadores a todos los vecinos, pero especialmente a propietarios de terrenos y agricultores como gesto de agradecimiento por la gratuidad de las tierras para la práctica cinegética.