Realizado por Tomás Gil, Juan Andrés Martin, Charo Alonso, la historiadora de arte Montserrat González, Inés Gutiérrez Carbajal, José Amador Martín y Carmen Borrego
El catálogo y estudio de la vida y la obra de José Luis Núñez Solé es un libro que es memoria y homenaje, según destaca Tomás Gil, director del Servicio de Patrimonio de la Diócesis salmantina, que recuerda el momento en el que se gestó la exposición y publicación del catálogo y estudio de la obra del escultor salmantino José Luis Núñez Solé. Concebido como homenaje para poner en valor su persona y su obra, el trabajo sobre el artista era una tarea compleja que precisaba de un equipo que a lo largo de todo un año ha acompañado a los hijos de Núñez Solé, quienes han prestado no solo obra desconocida por el público, sino el recuerdo de su padre y de Pepita, su madre, memoria viva de quien es uno de los escultores más importantes del siglo XX salmantino. Un equipo formado por el propio Tomás Gil, junto con Juan Andrés Martin, Charo Alonso, la historiadora de arte Montserrat González, Inés Gutiérrez Carbajal, José Amador Martín y Carmen Borrego. Fruto de su trabajo, el libro Esencial recorre la vida y la obra de un artista que ha llenado nuestras calles de obra civil, las iglesias de obra religiosa y cuya trayectoria del clasicismo a la abstracción, es en cierto modo, la evolución hacia la modernidad de una ciudad provinciana y recoleta.
Una ciudad cuya vida cultural se desarrollaba, precisamente, en El Casino. Los concursos de pintura y escultura promovidos por la institución, así como las exposiciones que organizaba, fueron durante los años cuarenta y cincuenta el principal foco cultural del arte salmantino. Núñez Solé, jovencísimo y prometedor muchacho de apenas veinte años, expone en El Casino, gana de forma consecutiva los concursos de escultura, se hace conocido, gusta y es demandado como artista por los arquitectos de la época que construyen la ciudad que se desarrolla. Su evolución está ligada a la institución, y es en ella donde se presenta este libro que recorre de forma admirada su trabajo. Un trabajo temprano que se guarda en las estancias del Casino, memoria artística de una ciudad que analiza con su rigor y sensibilidad la historiadora de arte Montserrat González, quien recuerda la viva emoción que sintió al conocer el taller del artista y descubrir una carta suya en la que hablaba de su trabajo. Trabajo que guarda El Casino en forma de esculturas de formas ondulantes, de herencia clásica y a la vez, gran originalidad… primeras piezas de un artista de gran formación, atento a los cambios de su tiempo y que entendía la materia como nadie, usando ese dibujo aprendido en las escuelas salmantinas y cuyos bocetos previos al trabajo escultórico han sido uno de los descubrimientos de la exposición que a lo largo de cuatro meses nos ha permitido en el Museo Diocesano Palacio del Obispo, hacer un repaso de su trabajo.
Era el Núñez Solé de sus primeros años un joven prometedor, un artista brillante que vivió su tiempo y a la vez, lo transcendió con la búsqueda incesante de la abstracción, del lenguaje que evoluciona. Para Montserrat González “un rupturista sin necesidad de revolución”, un hombre enamorado de su trabajo que participó del empeño modernizador del “Grupo Koiné” y que compartió con Moore o Brancusi aquella vuelta a la materia que desafiaba a las Vanguardias. Una materia “esencial” con la que trabajó hasta el final de sus días y que, según Tomás Gil, debemos apreciar en nuestros paseos por una Salamanca escultórica en la que no reparamos, olvidados por la cercanía y la cotidianeidad de los pasos. Esos pasos que, en la cámara de José Amador Martín, recorren las esculturas del artista que ahora podemos seguir gracias a un plano en el que se marca el itinerario de su obra. Obra de quien supo retratar su espiritualidad, el aire de su época y sobre todo, su honda, profunda búsqueda de un lenguaje artístico más allá del encargo, de la convención y de las circunstancias que le tocaron en suerte. Esencia de artista convertido en legado del que aprender y al que apreciar mucho mejor a través de una publicación que puede encontrarse en las librerías Víctor Jara y Yuste.
Charo Alonso.
Fotografía: Fernando Sánchez Gómez.