Aunque se ha hablado de un posible parón en la competición, aclara que por el momento se están valorando diferentes acciones
El delegado arbitral de la provincia de Salamanca, Alfonso Vicente, que representa a los 130 colegiados salamantinos, ha expresado en SALAMANCArtv AL DÍA el profundo malestar que siente el colectivo arbitral ante la creciente violencia y falta de respeto en los campos de fútbol. En declaraciones a nuestro medio, Vicente ha señalado que "la situación ha alcanzado un punto crítico, generando un ambiente de indignación y frustración entre los árbitros".
"Los árbitros están muy cabreados. Hay una sensación de indignación, mosqueo e ira. Creemos que ante esta situación, donde ya se han cruzado todas las líneas rojas, hay que hacer algo", afirmó Vicente. Aunque se ha hablado de un posible parón en la competición, el delegado arbitral aclaró que esta idea surgió de conversaciones informales y que, por el momento, se están valorando diferentes acciones.
Una de las propuestas que se están considerando es la realización de una jornada de reflexión, que podría extenderse desde una semana hasta un tiempo indefinido. Vicente también mencionó la posibilidad de tomar medidas más específicas, como dejar de arbitrar a ciertos equipos durante un periodo determinado.
Además, ha pedido a sus compañeros que mantengan la paciencia hasta que el comité de competición se pronuncie sobre la situación este martes. "Cualquier iniciativa que llevemos a cabo debería contar con el apoyo de la Federación de Castilla y León. Al final, somos servidores del fútbol de la región y queremos que las cosas se hagan bien", subrayó.
Vicente también hizo hincapié en la necesidad de que la violencia en los campos tenga consecuencias. "No puede salir gratis a la gente insultar o agredir. Estamos hablando de menores de edad y jóvenes con una voluntad frágil, que pueden decidir que no compensa arbitrar por 25 euros en un partido de cadete", advirtió.
Con 25 años de experiencia en el arbitraje, Vicente empatiza con sus compañeros y reconoce lo difícil que es afrontar situaciones de violencia en el deporte. "La gente está harta, y con razón. He pasado por eso y sé lo mal que se pasa", concluyó.
El colectivo arbitral espera que la situación mejore y que se tomen medidas efectivas para garantizar un ambiente seguro y respetuoso en los campos de fútbol.