OPINIóN
Actualizado 10/01/2025 08:32:09
Manuel Rodríguez Fraile

Seguro que muchos de ustedes disfrutaron el lunes pasado de un estupendo Roscón de Reyes y muchos creerán que se trata de una costumbre española de toda la vida, pero nada mas lejos de la realidad.

Como sabemos nuestra cultura hunde sus raíces en la tradición judeocristiana mal que les pese a algunos. Nuestro calendario y festividades, y en definitiva gran parte de nuestra actividad social y laboral está organizada en torno a una serie creencias relacionadas con el cristianismo y otras son apropiaciones de culturas paganas. Por ejemplo, el domingo como día de descanso sustituyó al sábado (Sabbath) para marcar diferencias entre cristianos y judíos. Mas tarde en el Concilio de Trento (1566) se declaró Día del Señor. En las fiestas de Navidad se conmemora el nacimiento de Jesús y en la Semana Santa su muerte y resurrección por lo que ambas tienen un indiscutible origen religiosos. Mientras otras nacieron en otras culturas, pero se cristianizaron.

Por ejemplo, era necesario de Jesús naciera el 25 de diciembre porque en Roma ese día tras la celebración de las Saturnales, en que se conmemoraba el nacimiento del Sol Invencible (Natalis Solis Invictis) que no era otro que el dios Mitra, un dios de origen persa, pero cuyo culto estaba muy extendido entre los legionarios romanos, así que con el nacimiento en Belén del Hijo de Dios quedo cristianizada la festividad.

Y hablando de las Saturnales romana ¿sabían que en estas festividades se encuentra el origen de nuestro Roscón de Reyes que por supuesto nada tiene que ver con la llegada de los Reyes Magos al portal?

Las Saturnales, llamadas también la Fiesta de los Esclavos, fueron unas importantes celebraciones en todo el Imperio Romano en honor del dios Saturno (Zeus de los griegos). En ellas se sacrificaba un toro en el templo del dios, se repartían regalos y tenía lugar un gran banquete público, seguido de un intercambio de regalos y se tortas redondas con frutas y miel. Mas tarde, en el siglo III se introdujo la tradición de esconder un haba en la torta, símbolo de prosperidad y buena suerte, el esclavo que la encontraba era nombrado ‘rey de reyes’ y quedaba liberado de sus tareas durante los días que duraban las fiestas.

Pero en siguiente siglo, en el año 380, el Emperador Teodosio declaró el cristianismo como religión oficial y exclusiva en todo el Imperio de Roma y las saturnales fueron sustituidas por la Natividad cristiana. El roscón cayó en el olvido, excepto en la Galia, aunque no está confirmado que fuera en la aldea de Axteris y Obelix.

En esta región se siguió celebrando con el nombre d la fiesta del Rey del haba (le Roi de Fave) y los protagonistas pasaron a ser los niños, al pequeño o pequeña que encontraba el haba le hacía muchos regalos y se convertía en el protagonista del festejo. Hay datos, estos sí confirmados, de que en el siglo XIV se seguía celebrando la fiesta del Rey de la Faba y se repartían los bollos dulces con frutas, nueces, etc.; pero en el siglo XVIII, durante el reinado de Luis XV, Señor de Francia y Navarra, todo cambió.

Los protagonistas dejaron de ser los niños y pasaron a ser los miembros de la corte (aunque el pueblo siguió celebrando la festividad del Rey del haba de forma tradicional) pero entre los cortesanos el haba dejo de ser un símbolo de buena suerte por culpa de un cocinero.

Dice la leyenda que este cocinero del Rey quiso sorprender a su majestad con algo original y además del haba introdujo en el roscón una moneda de oro que en el siglo XX fue sustituida por una figurita de porcelana, mucho más económica. Este poema refleja perfectamente los cambios:

He aquí el Roscón de Reyes, tradición de un gran banquete en el cual hay dos sorpresas para los que tengan suerte. En él hay bien ocultas, un haba y una figura; el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura. Quien en la boca encuentre una cosa un tanto dura, a lo peor es el haba, a lo mejor la figura. Si es el haba lo encontrado este postre pagará, mas si ello es la figura, coronado y Rey será.

Y de aquí viene lo de ‘tonto del haba’.

Las tradiciones mueren, cambian, se prohíben, se olvida según evolucionan las culturas y las sociedades. Hoy la nuestra esta muy atomizada (grupos políticos, tipos de familia, orientaciones sexuales, modas, música…) por eso está ultimas fiestas al tradicional relleno de nata o crema se han unidos novedades como el de chocolate, queso con frutas del bosque o ferrero roche; y sabores atrevidos con los especiales a sobrasada, hamburguesa o torrezno. Una pena o tal vez no. Los pasteleros tienen que innovar, la necesidad les obliga. Yo tengo que confesar que he desayunado con el tradicional sin relleno y con fruta escarchada.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >El tonto del haba