OPINIóN
Actualizado 29/12/2024 09:22:10
Miguel Mayoral

El año se acaba y empieza uno nuevo. Los conflictos en oriente próximo y medio se van extendiendo. Israel y el Yemen darán que hablar. Afganistán ataca a Pakistán. China se involucra más en Ucrania ayudando a Rusia. No pinta nada bueno. Mientras la industria de guerra va sacando nuevas armas que nos dejarán dentro de nada sin habla. Lo único esperanzador que todavía no sabemos con certeza es que Rusia ha conseguido una vacuna contra el cáncer. No sabemos que harán nuestras farmacéuticas para que no se aplique.

En España los créditos al consumo superan el máximo que se alcanzó en 2008 con la miseria a la que nos abocaron los brotes verdes, ahora deben ser los brotes del fango. La pronta subida de la luz alerta de más gente sufriendo pobreza energética. Más del doble que hace un año. Seguimos para bingo cerrando centrales nucleares y destruyendo pantanos. Desertizando tierras de cultivo y variando el clima con la eólica y solar. Entre otros efectos generan sequía.

Traer a millones de personas del tercer mundo y no convertirse en el tercer mundo es utópico. Las violaciones siguen aumentando año tras año por parte de seres humanos para los que la mujer no vale nada. No se soluciona con políticas de acogida sino con deportaciones. En muchas ciudades importantes ya sólo hay caos y basura en muchos barrios. El bien común se ha convertido en pagar el sesenta por ciento en impuestos para que no corra el dinero y nos hagamos más pobres. España se está yendo a la bancarrota con 1.84 billones de euros de deuda total y 1.62 billones de deuda según el protocolo de déficit excesivo. Creciendo a una velocidad sin precedentes. Más de ochenta mil millones de euros al año. Estamos en la posición 11 del mundo con mayor volumen de deuda. Tenemos el mayor déficit estructural del mundo desarrollado. No se invierte en lo básico, es decir se invierte en nada salvo pagar la deuda que crece y en endeudarnos más. La estrategia de destruir el futuro de los españoles es perfecta.

Quevedo afirmaba que los que parecen estúpidos lo son, y además también lo son la mitad de los que no lo parecen. España se nos está escurriendo como el agua entre los dedos. Se menosprecia el esfuerzo, la voluntad y la inteligencia además del sentido común. Hoy en día se valora la mediocridad. Con eso no se llega a ninguna parte, un país no avanza con gente con estudios mediocres y sin ningún valor para la iniciativa. Un país de cobardes y mediocres es un país muerto. Vivimos en el engaño continuo. Seguimos sin saber lo que paso en el 11M, la pandemia, el efecto de las vacunas y ahora lo sucedido en Valencia. Una educación deficiente es sinónimo de ciudadanos manipulables. El tener bienestar no es hacerse rico, se trata de comer bien, pagar las facturas con gusto, viajar y ayudar a la familia y vivir en paz.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Vivimos en el engaño continuo