El 21 de diciembre de 1924 empezó a funcionar el hoy conocido “Servicio público del transporte urbano de viajeros por autobús en el término municipal de Salamanca”. Los diarios existentes recogieron la noticia positivamente, pero con algún tonillo llamativo, “aquella hora del paseo de las doce de ayer, no era más que una más de nuestros domingos pletóricos, exuberantes de tedio y aburrimiento con la nueva nota saliente de la algarada producida entre el público por los autobuses que el señor Guevara ha lanzado muy modesto; pero de una gran utilidad para los vecinos de la oscura y retrógrada Helmántica”, según la sugestiva crónica de “El Adelanto”, algo parecido a “La Gaceta”.
Los dos primeros vehículos Ford de 20 plazas, de la “factoría” de Moneo, fueron acogidos por una sustancial comitiva de autoridades bien reseñada en los medios, y bendecidos convenientemente. El paseo inaugural con todos ellos duró 45 minutos desde la Plaza Mayor hasta Tejares, entonces municipio independiente, de aquí a la Estación ferroviaria salmantina y regresar definitivamente al ágora charro. Después hubo un periodo gratuito, muy bien recibido según las crónicas. Incluso en la emisión de billetes desde las 2 de la tarde, solo de la Plaza a Tejares se vendieron 478. Según ilustra “La Voz de Castilla”.
El Adelanto concluye “Ha sido, desde luego, un rotundo éxito. El público los ha acogido como se esperaba y se ha dado cuenta de la gran ventaja que esto supone para el vecindario salmantino.” Incluso hubo un leve accidente en Tejares por la tarde, culpa de un autobús de recorrido provincial. Esa primera línea, similar a la actual 1 en su más duradera denominación “Estación-Tejares”, pasaba por la Puertas de Zamora y Toro, Mirat, María Auxiliadora y los dos puentes existentes, según la dirección. Con el tiempo se hicieron también servicios especiales, caso de la feria taurina. El horario de finalización diario se acomodaba al ferroviario.
El 7 de julio de 1933 se publicaba esta imagen de la nueva concesión con las autoridades.
En 1933 cambia la concesión. Se profundiza en el entonces creciente Barrio de Garrido, el cuartel de Infantería se inauguró en 1926 y el de Caballería en 1928, y se llega hasta Prosperidad. En ese momento son dos las líneas, siendo Pizarrales su siguiente objetivo habitual alcanzado en algún momento antes de 1938. Lógicamente hay más vehículos y personal. Existe una interesante foto ilustrándolo de este año, con 6 vehículos, empleados y dirección delante de la Plaza de Toros. Entonces había cobrador en el vehículo, mujer en algún momento según una curiosa crónica costumbrista.
Días después una huelga del campo y obreros federados de la ciudad provocó esta curiosa imagen.
Evidentemente no hay espacio suficiente para recoger aquí 100 años de vicisitudes de un servicio público tan significativo, al que le dedicamos tanto dinero municipal (y del Estado). Hubiera sido buena idea de nuestros munícipes conmemorarlo de algún modo, no cabe desconocer la fecha. En Valladolid los 40 años de su empresa Pública de Transporte, AUVASA, se celebraron con actos como una exposición, otra itinerante, o una publicación. En esa ciudad tuvieron tranvía desde 1910, llegando el autobús en 1928; veremos si serán más esplendidos.
Recorte de la hoja 478 del Mapa Topográfico Nacional 1:50.000, de 1934 (primera edición). En 1924, salvo la Estación de Ferrocarril, apenas se había sobrepasado la vía férrea de la hoy Avenida de Portugal. El barrio de Prosperidad todavía era una idea, no así Pizarrales. En 1920 el censo oficial era de 32.005 habitantes, y en 1930 alcanzaba los 43.953.
Supongo que la gravísima crisis económica de España, la mejor economía de 2024 según el liberal The Economist, imposibilita a nuestro diligente Ayuntamiento encontrar un pequeño presupuesto para, en colaboración con nuestra ocho veces centenaria Universidad, financiar un reducido grupo de investigadores. Podrían ilustrar la historia de este servicio público, recuperar imágenes, estadísticas e incluso elementos utilizados a lo largo del tiempo. Y trasladarlo a una publicación conmemorativa, o a una exposición reutilizable en el Museo de historia de la ciudad (si resucita claro). Siempre hay tiempo.
NOTA: Salvo la del Topográfico, las imágenes son recortes de lo publicado en su momento por El Adelanto, y obtenidas para este artículo en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. España. Ahí fueron depositadas digitalmente por la Universidad de Salamanca.