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LOCAL
Actualizado 16/12/2024 23:18:06
Vanesa Martins

A través de una visita, descubrimos la historia de este lugar que se remonta hace 500 años y que en la actualidad mantiene algunos elementos arquitectónicos

En el marco de la propuesta cultural 'Las llaves de la ciudad', realizamos una visita para conocer la historia de la empresa Mirat. A lo largo de casi tres siglos, este lugar ha sido testigo de múltiples transformaciones, desde su origen como un monasterio hasta convertirse en una fábrica de renombre internacional. Un recorrido acompañado por un arquitecto y un historiador arqueólogo, quienes desentrañaron los secretos de este sitio emblemático.

Nada más entrar llegamos a la Sala de Consejos y que en su día formó parte del monasterio. Tras el visionado de un vídeo para conocer el origen y a la historia de la empresa, empieza la visita.

En el espacio que hoy ocupa la Fábrica Mirat, en su día se encontraba el Monasterio Jerónimo de Nuestra Señora de la Victoria, que data de finales del siglo XV. Junto a él, también estuvo el Colegio Menor de Nuestra Señora de Guadalupe, fundado en 1543, destinado a la educación de los frailes. Después de la proyección, la visita continúa, adentrándonos en las huellas de este fascinante pasado histórico y arquitectónico.

Única imagen que se tiene de ambos edificos

El origen del gran monasterio de los Jerónimos está vinculado a la ciudad de Zamora. Sin embargo, durante una batalla en 1475, Francisco de Valdés, responsable de la defensa de la ciudad contra el asentamiento de los portugueses, hizo una promesa a la Virgen ya San Jerónimo. Si conseguían la victoria, se comprometía a construir un monasterio en su honor. Así ocurrió, y Valdés cumplió su juramento. Las obras para edificar el monasterio comenzaron en 1490, y la traza del edificio fue completada en 1512.

Hoy en día, la única parte visible del monasterio es su portada, que sigue siendo un testimonio de su esplendor original. A la derecha de esta portada, se encontraba el Colegio Menor de Nuestra Señora de Guadalupe, fundado en 1543. El colegio se construyó con la idea de ofrecer una formación a los frailes, pero a diferencia del monasterio, su diseño fue más abierto y conectado con la ciudad.

Con el paso de los siglos, el monasterio y el colegio fueron transformándose. Tras varios intentos fallidos de establecer negocios como una empresa de gaseosas o de seda, la familia Mirat, liderada por Juan Casimiro Mirat, adquirió el complejo en 1874. Ese mismo año, comenzó la actividad industrial que más tarde daría origen a la actual Fábrica Mirat. Esta fábrica, hoy en día, sigue siendo un emblema de la ciudad y la novena generación de la familia Mirat continúa al frente de la empresa.

Colegio Menor de Nuestra Señora de Guadalupe

La idea de construir un espacio más abierto y accesible para los frailes, que también estuviera en contacto con la ciudad y la universidad, dio lugar a la creación del Colegio Menor de Nuestra Señora de Guadalupe. Fundado en 1543, se propuso que las obras del edificio fueran financiadas por el propio colegio.

Entrada al Colegio Menor de Nuestra Señora de Guadalupe

El recorrido de la visita nos lleva primero al lugar que, según se cree, fue el antiguo claustro del monasterio. Aunque ya no queda mucho de esta estructura, algunos restos de la edificación original siguen presentes. Este espacio, que actualmente no tiene un uso específico, ha sido respetado por la empresa.

Si observamos con atención los detalles del lugar, podemos ver que tanto la bóveda como las baldosas del suelo son originales de la época.

Las baldosas originales, aún puede verse

El recorrido continúa hacia lo que en su día fueron las bodegas del monasterio. Hasta 1835, en la planta superior de este espacio se encontraban el claustro y la iglesia. Las bodegas, cuya función exacta no está completamente clara, se cree que tenían tanto bodegas altas como bajas. Aunque no se sabe a ciencia cierta qué usos se les dieron, su estructura ha perdurado. La siguiente sala se cree que tuvo dos pozos que posteriormente, unificaron en uno.

Galerías subterráneas

Casa-fábrica Mirat, antiguo Monasterio Jerónimo de Nuestra Señora de la Victoria

Continua la visita hasta llegar a lo que se convirtió en la casa fábrica Mirat, donde arriba se encontraba la casa y abajo la fábrica. Es el lugar que hace 500 años acogía la Iglesia de los Jerónimos. Cruzamos su pasillo para llegar a un patio con una hermosa fuente, que hoy día sirve como punto de encuentro de trabajadores.

Lo atravesamos y llegamos hasta la antigua fábrica de almidón y poco después hasta lo que se cree que era la Sacristía de la iglesia. Hoy día lugar que recoge un pequeño museo y diferentes carteles publicitarios de la empresa.

Elementos de la bóveda donde estaría la Sacristía

En uno de sus laterales se ha integrado el famoso arco de Juan de Álava, una obra de arte que posiblemente sirvió como acceso a la sacristía del monasterio. La visita termina en este punto.

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