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LOCAL
Actualizado 13/12/2024 22:24:16
Rosa M. García

El origen del barrio se debe a Santa Teresa, fundadora del convento de Carmelitas, a cuyo alrededor se comenzaron a construir las primeras casas. Un barrio en el que nació el Rastro de Salamanca y que hoy es un museo de arte urbano

El Barrio del Oeste (o Carmelitas-Oeste) está delimitado por la glorieta de la Unión Deportiva Salamanca, el paseo de Torres Villarroel, la puerta de Zamora, el paseo de Carmelitas y la avenida de Villamayor hasta su confluencia con la avenida de Portugal hasta su confluencia con Torres Villarroel.

Su origen se debe a Santa Teresa, que fundó el Convento de Carmelitas en 1570, del que solo se conserva en la actualidad la iglesia del Monte Carmelo -también conocida como iglesia de San José- en la plaza Carmelitas, según la asociación ZOES. El convento se empezó a edificar en 1608, y la iglesia en 1612, cuando Santa Teresa ya había fallecido, y se terminó en 1631.

Cuando se construía el convento, surgió el Barrio del Oeste. Las primeras viviendas fueron casas bajas en torno al convento en lo que en la actualidad es la plaza de Carmelitas. A principios de los 60, el barrio comienzó a crecer alrededor de la plaza de una manera desigual; posteriormente, por el lado oeste hasta el Camino Viejo de Villamayor (hoy avenida de Villamayor), que antiguamente era el lugar de entrada del grano de la provincia al granero de la duquesa de Alba, ubicado en lo que en la actualidad es la calle Granero.

Durante centenares de años, entre estas construcciones y el centro de la ciudad, no había nada más que campo.

Una zona de expansión de Salamanca donde se construía sin orden, a capricho de los constructores que no respetaban las pocas normas urbanísticas que entonces había, recoge ZOES. Era obligatorio urbanizar las calles donde daban las fachadas del edificio a levantar, "pero eso nunca se cumplía dando origen a que todo el barrio tuviera sus buenas casas, pero al salir a la calle todo eran barros y en algunos tramos no existían ni las aceras".

Todas las calles excepto una, la calle Papín, estaban sin asfaltar. Y se unía otro problema; según la normativa vigente, calle no asfaltada, calle que no tenía instalación eléctrica, ni aceras transitables. Entre el barro y la oscuridad, se vivían situaciones peligrosas y caídas. Pero quizás el problema más importante era que el agua no subía a las casas más allá del segundo piso .

Los problemas de agua y asfaltado provocaron fuertes protestas de los vecinos. Movilizaciones que dieron lugar a que el alcalde reconociera la gravedad de la situación y no se tardó en comenzar las obras de urbanización.

Ante las movilizaciones de los habitantes, señala ZOES, el Ayuntamiento “nos dijo que teníamos que pagar Contribuciones Especiales si queríamos tener urbanizadas las calles”, pero “conseguimos que esa norma se paralizara” y aunque supuso un considerable retraso en las obras, los vecinos al final no tuvieron que hacer ningún desembolso.

El del Oeste fue el primer barrio que se desarrolló en Salamanca; su emplazamiento en el centro de la ciudad y las facilidades de desplazarse desde allí a otros lugares contribuyeron a ello.

Tras la Guerra Civil Salamanca había quedado muy desmejorada, en especial la parte histórica y el centro urbano, donde residía la mayor parte de la burguesía. Entonces fueron muchos los que decidieron construir sus viviendas unifamiliares, generalmente con jardín; en ese momento, el Barrio del Oeste se componía de un conjunto de viviendas unifamiliares con jardines y una población con un alto nivel de vida.

En los años sesenta, un doble fenómeno tuvo como consecuencia importantes movimientos de población, la emigración rural a las ciudades y el 'baby boom'. La necesidad de alojar a estas personas provocó la destrucción de aquellas viviendas unifamiliares que ocupaban mucho suelo para construir bloques de pisos con la finalidad de optimizar el espacio urbanizable. Las construcciones que se hicieron reflejaban la necesidad de construir densa y rápidamente, por lo que mayorías de las viviendas unifamiliares de los años 30 y seguidos fueron destruidas. La urbanización, según los vecinos, fue “salvaje y sin orden”, ya que los constructores no respetaban las normas urbanísticas que había en este barrio y que en poco tiempo llegó a ser uno de lo más densos de Salamanca, sin espacios abiertos, zonas recreativas, ajardinadas, parques… La última vivienda unifamiliar se destruyó en 2004 para construir un edificio.

Las dificultades de los primeros años de vida del barrio siguen vigentes hoy, falta de espacio libre, y errores de distribución funcionales.

El Barrio del Oeste es muy residencial en su parte más interior, y más comercial en las partes en las vías principales. En el centro del Barrio, hay muy pocas tiendas y por la mayoría de las calles, debajo de los edificios solamente se ven aparcamientos privados, garajes en muchos casos individuales; y es que en el Barrio hay cerca de 500 puertas de garaje.

Nacimiento de ZOES

Ante los problemas del barrio, como las calles no asfaltadas y la falta de agua, se creó una Asociación de Vecinos en 1977 para tener voz en el Ayuntamiento. Así, de la mano de de Pepe y Marisa, un estudiante de los Redentoristas, Damián y otras dos personas muy antiguas en el Barrio, Teresa Ustáriz y Carmen Gª-Rosado nace ZOES. A la hora de hacer todos los trámites ya se unieron más vecinos.

Las andaduras de la asociación comenzaron de manera humilde y clandestina. Hacen pequeñas reuniones que convocaban mediante papelitos pegados de madrugada en los portales, pues en la fecha de la fundación de la asociación aún se consideraban estos actos como subversivos. La cuota inicial de la asociación era de 25 pesetas al mes por persona para sufragar pequeños gastos como la impresión de panfletos para comunicar a los vecinos cómo iban los trámites y expresar las quejas del Barrio al Ayuntamiento.

ZOES sigue desde entonces haciendo barrio; ha mantenido de manera ininterrumpida un trabajo constante desde 1977, en el que se mezclan una serie de señas de identidad singulares que perduran en el tiempo, pero también la innovación y adaptación continua a nuevas realidades sociales y, por supuesto, participación ciudadana con una amplia oferta de actividades.

El Rastro nace en la Plaza del Oeste

Una vez registrada como Asociación, con el fin de darnos a conocer, hacer algo “original” y sacar algunos fondos, se propusieron hacer un rastro en la Plaza del Oeste. Se pidió permiso al Ayuntamiento y no se lo concedieron. Pero, cuenta ZOES, "como estábamos a pocos meses de que hubiera elecciones municipales, seguimos en nuestro empeño sin permiso y no se atrevieron ya a meterse con nosotros y suprimirlo". Para publicitarlo "nos íbamos al Barrio de Garrido, entre otros lugares, a hacer pintadas en las tapias diciendo: 'Domingo, Rastro Plaza del Oeste”. Y allí iba la gente acudiendo "poquito a poco".

Con las elecciones municipales, la Corporación presidida por Jesús Málaga, les concedió el permiso de venta en rastro e incluso cortaban la circulación en los aledaños, pero coobraban una pequeña tasa a los vendedores. El Rastro se fue extendiendo y llegó a ocupar toda la Plaza del Oeste, incluso calles radiales.

Sin embargo, cuando fue alcalde Fernández de Trocóniz, el Ayuntamiento se planteó trasladar de lugar el Rastro y así se hizo con la consiguiente polémica por parte de los vendedores y sobre todo por los bares y comercios de la zona que se quedaban sin vida. "Lo cierto es que allí era imposible seguir con el Rastro. Y se trasladó a la ribera del río donde se mantuvo unos años, hasta su traslado definitivo a La Aldehuela donde ya el gran espacio permitía una mayor comodidad tanto a vendedores como a compradores.

Galería Urbana

Y en la historia de este barrio salmantino, no se puede olvidar el proyecto Galería Urbana, con la que ha alcanzado su apogeo. Una iniciativa organizada conjuntamente entre ZOES y el colectivo LemARTE que pretende facilitar a los jóvenes artistas un lugar para expresarse.

El arte urbano comenzó enjunio del año 2013; un grupo de 25 artistas iniciaron este proyecto con el fin “acercar el arte a la calle, sacarlo de las galerías y confrontarlo con los vecinos”.

Estas asociaciones buscaron artistas para desempeñar las obras en esta plaza de Salamanca, concretamente estudiantes de la Facultad de Bellas Artes.

En la segunda fase llevada a cabo en septiembre se sumaron más artistas llegando a 32 en total. Representaron sus obras en las cocheras de calles.

Además han sido objeto de sus obras otros elementos del barrio, como las fachadas de los edificios.

Para llevar a cabo esta iniciativa artística se organiza un concurso para jóvenes artistas entre 18 y 30 años. LemARTE se encarga de coordinar la parte artística, eligiendo los bocetos mandados por los artistas dependiendo de los garajes con los que dispongan. Cada junio de cada año se pintan las obras elegidas durante tres días.

La Galería Urbana del Barrio del Oeste es una iniciativa que tiene como objetivo sensibilizar y concienciar a los ciudadanos en torno al arte urbano; a pie de calle. El Barrio del Oeste se ha convertido así en un museo abierto las 24 horas del día, todos los días del año.

FOTOS: Víctor Jiménez

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