OPINIóN
Actualizado 07/12/2024 09:07:28
Francisco Aguadero

El principal motivo de conflictos en el 47,7 % de las familias con adolescentes es la utilización de dispositivos digitales, según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, presentado recientemente. El estudio, denominado El impacto de la tecnología en las familias españolas. Una revisión de la evidencia existente, señala la brecha intergeneracional entre padres e hijos, por lo que al uso de las nuevas tecnologías se refiere. Entre las conclusiones destaca la existencia de una opinión general positiva de la tecnología en el conjunto de la sociedad española, pero el 70 % dice estar preocupada por los usos inadecuados que se hace de ella. Preocupación que compartimos con las familias y los ciudadanos.

El informe hace una distinción entre la visión que tienen los progenitores, quienes usan los dispositivos digitales con un fin práctico, aun considerando que obstaculizan las relaciones familiares; y la visión que, por lo general, tienen los menores que los utilizan sin un uso definido, explorando la búsqueda de contenidos que les satisfagan y, lo que a nosotros nos parece más importante para ellos: piensan que los móviles les aportan independencia, autonomía y libertad.

Sin cuestionar los resultados de ese estudio, que pone de manifiesto una evidencia existente, pensamos que el uso de los dispositivos digitales marca el hecho de haber nacido con internet o de envejecer con internet. Esa es la dualidad de la sociedad de hoy en la que niños, jóvenes y mayores, comparten un mismo mundo digital que se manifiesta ante nuestros ojos en forma de pantallas visuales de todo tipo, las cuales dirigen y condicionan nuestras vidas, así como el sistema de relaciones entre humanos.

Teniendo en cuenta las estadísticas, España es el país de la Unión Europea que más utiliza internet. Los españoles de más de 65 años son líderes europeos en el uso de internet, a pesar de que no nacieron digitales. Además, las redes electrónicas son un instrumento de igualdad, porque no hay brecha de género entre los usuarios, hay más mujeres usuarias que hombres y los mayores utilizan internet casi tanto como los jóvenes, aunque sea para hacer o buscar distintas cosas.

Todavía permanece abierto el debate iniciado en los años noventa sobre el entorno digital. La realidad es que nuestra sociedad ya utiliza masivamente los dispositivos y medios digitales. En el caso de España, más del 90 % de la población utiliza internet diariamente y, tal vez por ello, es importante que los adultos supervisen y limiten el uso de la tecnología por parte de los niños y adolescentes. Esa es la recomendación en la que coinciden la diversidad de estudios realizados al respecto, tras valorar las aportaciones positivas de su uso y, también, las contraindicaciones.

No resulta fácil entender y comprender el mundo de hoy sin la tecnología electrónica y digital. Su uso es irreversible en la producción, transacciones de todo tipo y en las relaciones sociales (ya lo decíamos en nuestra obra de 1997 “La Sociedad de la Información. Vivir en el siglo XXI) Pero a medida que su implantación y uso se ha ido generalizando, se ha puesto de manifiesto que el uso de pantallas produce retrasos en la formación del lenguaje de los niños, reduciendo su capacidad de expresión para hablar, leer y escribir, además de limitar la capacidad de aprender. También puede influir su uso en problemas de conducta, depresión infantil y obesidad. Vimos fácilmente las ventajas del uso de las nuevas tecnologías, pero no vimos venir el riesgo y los inconvenientes.

Ante el uso abusivo de los dispositivos digitales que se está dando y las consecuencias adversas observadas, organizaciones de infancia y de protección de usuarios de internet, vienen reclamando la intervención de las administraciones públicas para proteger a los menores de los riesgos que para su desarrollo saludable produce el excesivo uso de los dispositivos electrónicos, internet y las redes sociales. Es preciso que, entre otras medidas, se limite el uso de móviles o celulares y pantallas en los centros educativos. Aunque, como ya hemos comentado, el problema comienza mucho antes de que los niños inicien la escolaridad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene recomendando que los niños menores de dos años no deben ver la televisión, ni jugar con pantallas. El Gobierno de España aprobó el martes día tres un informe con 107 recomendaciones dadas por un grupo de trabajo con 50 expertos independientes, al objeto de proteger a los niños y adolescentes de los riesgos infringidos por el entorno digital. Los expertos, especialistas en las diferentes disciplinas de las ciencias involucradas, consideran que el abuso en el uso de las pantallas por parte de los niños y adolescentes es una cuestión de salud pública y como tal hay que abordarla.

Consecuentemente, los expertos proponen limitaciones muy severas para el uso de los móviles por parte de los menores. Entre ellas, impedir el acceso a pantallas y móviles a los menores de seis años, recomendar teléfonos sin internet hasta los 16 años, menos uso digital en los centros educativos, que la pornografía extrema sea delito, crear un botón rojo para pedir ayuda psicológica o llamar a la policía, etiquetar los riesgos en los dispositivos. No se olvidan los expertos de la necesidad de informar y formar a las familias, para controlar y evitar el acceso a contenidos no deseados como la pornografía, los bulos y las redes sociales tóxicas que influyen negativamente en la formación de los niños y adolescentes.

El informe aprobado, forma parte del Plan del Gobierno para regular el uso de la tecnología digital, especialmente por parte de los niños y adolescentes, cuyo contenido se verá reflejado en una futura ley que, ojalá, cuente con un amplio consenso. La medida está en línea con la decisión tomada en el 2023 por el Gobierno sueco de frenar la digitalización, limitando el uso de los dispositivos digitales en los centros educativos y volver de nuevo a los libros de texto.

Pensamos que no será factible, ni tampoco conveniente, renunciar al uso de las nuevas tecnologías en los centros educativos. Pedagogos, psicólogos, sociólogos y profesores de diferentes materias, hemos luchados durante años para que las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) llegaran a las aulas y ahí están sus aportaciones positivas por el uso comedido. Otra cosa son los excesos, como retirar los libros de texto de los centros y utilizar únicamente dispositivos digitales o permitir que los niños vayan al colegio con su móvil. Utilizar en las aulas el combinado de los tradicionales libros de texto junto con el uso moderado de dispositivos digitales sería, a nuestro entender, una alternativa razonable para el mejor desarrollo personal de los niños y adolescentes, evitando así que las tecnologías nos roben la imaginación.

Limitar el uso de móviles, pantallas y dispositivos digitales no será fácil, pero es importante que se reconozca la existencia del problema y se empiece a dar pasos camino de buscar soluciones. En respuesta a la “pregunta del día” del programa “Las mañanas” de Radio Nacional de España del cuatro de diciembre, el 65 % de la población cree que es realista pensar en una restricción del uso de los dispositivos digitales por parte de los menores y un 35 % piensa que no lo es. Lo importante es ponerse en marcha. Podemos y debemos cuestionar la forma en la que se introducen las innovaciones porque nosotros, los ciudadanos, somos los beneficiados o perjudicados de las consecuencias de su aplicación. Las familias han de estar atentas al uso que sus hijos hacen de pantallas y móviles o celulares, por el bien de los niños y adolescentes.

Les dejo con Moby - Are You Lost In The World Like Me:

https://www.youtube.com/watch?v=PWznTBXBVz8

Aguadero@acta.es

© Francisco Aguadero Fernández, 6 de diciembre de 2024

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