Presentando los modelos eléctricos.
Hace unas semanas pasó prácticamente desapercibida una curiosa noticia relacionada con la tan querida política sostenible del Ayuntamiento. Al parecer las bicis eléctricas no han sido precisamente un éxito en Salamanca (¿y Santa Marta?), si bien diversas noticias anteriores recogieran peticiones ciudadanas solicitando aumentar su número. En realidad, la demanda y el uso de este tipo vehículos crece en muchas urbes, pero todo apunta a una excepcionalidad salmantina en el asunto. Por lo visto los motores no aguantan las extremas temperaturas charras ni la humedad de nuestras tierras.
De todos es conocido nuestro excepcional clima, tan extremo frente a lo que ocurre en latitudes europeas como las norteñas. Es más, todo parece indicar nuestra situación de cobayas excepcionales probando ese tipo de artilugios, y seguramente todo lo relacionado con la movilidad eléctrica. Por nuestras calles no es posible ver circular ningún vehículo de esas características, ni coches municipales, ni furgonetas de la Universidad, ni siquiera autobuses del servicio de transporte publico municipal. Y qué decir de las desconocidas “electrolineras” en nuestras vías públicas.
Nada que ver con las benignas condiciones climáticas del norte de Europa, con temperaturas suaves todo el año, en especial con un frio incapaz de descender por debajo de cero grados en el termómetro. Donde apenas llueve y, por tanto, no hay humedad habitual en el ambiente. Ni tampoco nieva, ni todas esas circunstancias meteorológicas ocultando la luz del sol durante la mayor parte del año. A decir verdad, el turismo de sol y paya es un invento escandinavo y británico. ¡Qué paraísos tan atractivos y lejanos!, por desgracia.
Modelos iniciales del servicio de préstamo en Valladolid, la de color azul es la eléctrica.
No obstante, cerca de nosotros hay quien se empeña en mantener estas cosas, caso de Madrid o de nuestra vecina no capital de Castilla y León. Aquí en febrero de 2023 pusieron en servicio 1.000 bicicletas, 238 eléctricas, en su sistema de alquiler publico BIKI. Al malhadado Oscar Puente, con su correspondiente foto (como nuestro alcalde algún año antes) le había dado por refundar ese servicio, y ahí ha quedado para los pobres Populares vallisoletanos. Estos solo han tenido la opción de aumentar la diversidad de vehículos, inclusivos y de carga vistos hace unas semanas.
Presentación de SALenBICI en Santa Marta, precisamente exhibiendo bicis eléctricas.
Leyendo entre líneas todo apunta hacia un error mecánico o tecnológico en el modelo elegido para la salmantinidad, en el motor añadido. De ahí llegan a la conclusión de su inutilidad, de todas las eléctricas, a la vera del Tormes. Es como aquello de Julián Lanzarote tras visitar a la entonces co-capital europea de la cultura, y compararla a nuestra ciudad con cuestas y sin bosques circundantes, declarando nuestra inviabilidad ciclista. Sin embargo, uno de los principales valores de las eléctricas es ayudar precisamente a subir esas cuestas tan preocupantes para el alcalde del 2002.
Fuera de bromas, no se si esa noticia era algún globo sonda de algo, pero suena a estupidez. Mejor decir no me da la gana comprar bicis eléctricas en vez de tonterías de ese calibre. Si alguien se equivocó no quiere decir que las bicis eléctricas, presentes en cientos de ciudades con climas mucho más extremos, no sirvan en Salamanca. Ya hemos visto como tampoco es necesario desplazarse muy lejos para desmentirlo. Podían dejar de perder el tiempo y aplicarse en mejorar el irracional diseño de nuestra red de carriles bici, por ejemplo, o llevarlos al centro.