El trabajo de la UFAM no se limita a los casos donde hay denuncias formales, va más allá y su labor comienza desde que hay indicios de que podría haber un delito
La Unidad de Familia y Mujer, conocida como UFAM, forma parte de la Brigada de Policía Judicial y se ha establecido como un referente en la atención y gestión de casos de violencia de género, violencia doméstica, agresiones sexuales y situaciones que involucran a menores.
Se trata de unidades policiales especializadas. “Esto garantiza que las víctimas reciban atención adecuada y comprensiva, dada la complejidad emocional de los casos que manejan”, explica la Inspectora Jefa de UFAM Salamanca, Isabel María Prieto. Es fundamental esa especialización tanto para la víctima como para el agente. “Es un aspecto esencial dado el nivel de estrés y la carga emocional que implica trabajar en esta unidad. Los agentes buscan ser empáticos y comprensivos, entendiendo que las circunstancias son difíciles tanto para las víctimas como para los familiares involucrados”.
La UFAM colabora estrechamente con la oficina de denuncias y “cuando una víctima se presenta para denunciar, los agentes la atienden directamente. Este proceso incluye no solo la recepción de la denuncia, sino también el asesoramiento sobre los pasos a seguir, las opciones legales y los recursos disponibles. Si la víctima llega a la unidad sin haber pasado previamente por la oficina de denuncias, el equipo está preparado para ofrecerle toda la asistencia necesaria”.
El trabajo de la UFAM no se limita a los casos donde hay denuncias formales, va más allá y su labor comienza desde que hay indicios de que podría haber un delito. “Los agentes pueden actuar incluso si la víctima no desea presentar una denuncia. Este enfoque es fundamental, ya que muchas víctimas pueden sentirse intimidadas o temerosas de denunciar a su agresor. Por ello, el personal siempre informa a las víctimas sobre sus derechos y recursos, asegurándose de que tengan la información necesaria para tomar decisiones informadas”, añade.
Una parte crucial del proceso es la valoración de riesgo, que se realiza al momento de la denuncia. Esta valoración ayuda a determinar el nivel de peligro que enfrenta la víctima y a establecer las medidas de protección necesarias. “Dependiendo de los resultados, se pueden implementar diversas estrategias, como medidas cautelares de alejamiento y comunicación”. La UFAN mantiene un contacto continuo con las víctimas.
La atención a menores es un aspecto delicado y complejo, por eso, cuando una mujer acude a denunciar se recomienda que no vaya con los hijos. “Se procura que los niños no estén presentes durante el proceso de denuncia. La unidad prefiere que las denuncias se realicen sin la presencia de menores, para que estos puedan llevar una vida normal, asistiendo al colegio y jugando sin la carga emocional de la situación familiar”, expresa la agente.
La UFAM ofrece un ambiente acogedor y comprensivo, donde las víctimas puedan sentirse seguras al buscar ayuda. “El proceso de denuncia puede ser intimidante y, por ello, es evita el uso de uniformes y creando espacios que fomenten la confianza. Los agentes están entrenados para ser comprensivos y para proporcionar el apoyo emocional necesario, entendiendo que cada caso es único y requiere un enfoque personalizado”, concluye.
La Unidad de Familia y Mujer está presente en cualquier Comisaría de Policía Nacional, donde profesionales especializados ayudarán a las víctimas ante esta dura situación.
Por otro lado, también se puede contactar con la unidad a través del correo electrónico atenciónfamiliaymujer@policia.es, o a través de las diversas redes sociales en ls que están presentes. También del número de teléfono 923127805.
Su labor va mucho más allá. Es fundamental que las víctimas conozcan sus derechos y los recursos a su disposición, por eso llevan a cabo charlas y talleres en institutos y asociaciones, con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre cómo actuar ante situaciones de violencia de género