Además de la cobertura de estas necesidades básicas, el centro organiza actividades por las tardes con el fin de ocupar el tiempo libre de los usuarios y alejarlos del entorno de la calle
Espacio Abierto, junto con el Centro Padre Damián, forma parte del programa de Cáritas para atender a las personas sin hogar en Salamanca. Mientras que Espacio Abierto es un centro de día, el Centro Padre Damián ofrece alojamiento residencial para quienes necesitan un lugar donde quedarse. Además, Cáritas cuenta con un servicio de acogida en Monroy, que, junto con Espacio Abierto, es uno de los primeros puntos de contacto para las personas sin hogar que buscan apoyo, como Juan Alberto, quien nos ha contado su historia.
SALAMANCArtv AL DÍA se ha adentrado en Espacio Abierto, de la mano de su coordinador David Martín, para conocer su trabajo. “No es un comedor social, pero uno de sus servicios más destacados es precisamente el comedor. Aquí, las personas pueden satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, lo que se complementa con otros servicios esenciales como el guardado de pertenencias, la posibilidad de usar las duchas y la lavadora, entre otros”, explica Martín. Estos servicios son fundamentales para las personas que viven en la calle, ya que les permiten mantener un mínimo de higiene y seguridad personal.
Además de la cobertura de estas necesidades básicas, el centro organiza actividades por las tardes con el fin de ocupar el tiempo libre de los usuarios y alejarlos del entorno de la calle. “Se trata de talleres, salidas culturales y reuniones de participantes fomentan la integración social y el apoyo mutuo entre quienes asisten al centro. Algo que consideramos muy importante y clave”.
En la actualidad, Espacio Abierto atiende a una media de 44 personas al día, y en lo que va de 2024, han pasado por el centro un total de 468 personas diferentes, más de la mitad de las cuales son nuevas. Este dato refleja el aumento de la demanda de servicios para personas sin hogar, un fenómeno que ha crecido progresivamente, especialmente tras la pandemia, cuando hubo una reducción temporal en el número de usuarios. Sin embargo, los números han vuelto a repuntar, y todo indica que las cifras de 2024 superarán las de 2023, cuando el centro atendió a 490 personas.
Uno de los cambios más notables en los últimos años es el aumento de la migración. “Cada vez son más las personas que llegan a España desde países como Marruecos, Venezuela, Colombia y Perú, en busca de una oportunidad. Eso lo hemos notado este año”. Actualmente, el 45% de los usuarios de Espacio Abierto son de nacionalidad española, mientras que el 55% son migrantes, un porcentaje que ha aumentado, ya que, por ejemplo, el año pasado las cifras estaban mucho más equilibradas.
Los perfiles de los usuarios de Espacio Abierto son muy diversos. “Existen personas que se consideran transeúntes, es decir, aquellas que se desplazan de albergue en albergue en busca de refugio temporal. Por otro lado, también hay personas que llevan mucho tiempo en la misma situación, ya que su condición se ha cronificado. A menudo, estas personas reciben una pensión, pero esta no es suficiente para cubrir sus necesidades básicas, lo que les impide independizarse. Aunque son empleables, muchos enfrentan obstáculos como problemas de salud física, adicciones o la falta de una red de apoyo estable”.
Una de las quejas más comunes entre las personas que asisten a Espacio Abierto es la invisibilidad social que sufren. “Muchas de las personas en situación de calle sienten que la sociedad les da la espalda. Lo más doloroso es sentir que no existes para los demás. Pasas la mañana o la tarde pidiendo ayuda y nadie te dice ni siquiera un ‘buenos días’”, explica David.
Aunque la situación es dura, hay casos de personas que logran superar su circunstancia. Algunas encuentran empleo, lo que les permite recuperar cierta estabilidad y salir de la calle. Sin embargo, el camino es largo y lleno de dificultades. Existen numerosas barreras que hacen que muchas personas no puedan abandonar esta situación, y es aquí donde la solidaridad social y la implicación política juegan un papel clave. “Las ONGs, como Cáritas, hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos, pero hay un fallo sistemático. El sistema no está trabajando por el bienestar de los más vulnerables, por aquellos que la sociedad prefiere mirar para otro lado”, comentan desde el centro.
Las personas que se encuentren en situación de calle o necesiten apoyo pueden acudir directamente a Espacio Abierto, situado en el Paseo del Progreso, número 1, o a la sede de Cáritas en calle Montrón, número 2. Allí recibirán orientación y el apoyo necesario para mejorar su situación y, si es posible, reintegrarse en una vida más estable y digna.