Asistieron representantes de numerosas localidades del Campo de Argañán y del término municipal de Almeida
La frontera entre España y Portugal en su área del Campo de Argañán y el término municipal de Almeida vivió en la jornada del jueves “un día que puede quedar para el resto de nuestros días”, en palabras del presidente de la Câmara Municipal de Almeida, Antonio Machado, con la firma del reconocimiento de las Mugas, nombre dado a los 5.228 hitos de granito que señalizan los 1.292 kilómetros de frontera entre España y Portugal que fue delimitada mediante la firma del Tratado de Lisboa en 1864.
En concreto, lo que hicieron en la mañana del jueves los municipios involucrados fue firmar las simbólicas actas de reconocimiento de los límites fronterizos de España y Portugal de la denominada “frontera de la paz” y “puerta de Europa”, es decir, del área del término municipal de Almeida que hace frontera con España, según explicó Laura Vicente, alcaldesa de Fuentes de Oñoro, donde tuvo lugar la firma.
Allí se dieron cita representantes de numerosas localidades del entorno: Aldea del Obispo, La Alamedilla, Villar de Ciervo, Espeja y Alameda de Gardón por parte española, y por parte portuguesa, Vilar Formoso, Malpartida, Vale do Coelha, San Pedro de Rio Seco, Nave de Haver, y por supuesto Almeida, que a la hora de la verdad ejerció como coanfitriona, como señaló Laura Vicente al principio del acto, que se inició con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la DANA.
Laura Vicente resaltó en su intervención que “estamos en una frontera que nos hace únicos; somos rayanos, emprendedores y abiertos al mundo; somos un territorio único en el que se fala portugués y se habla español”, apuntando que “nuestros servicios diarios están [repartidos] en los distintos pueblos”, con lo cual “somos territorios complementarios e indivisibles, que no pueden vivir el uno sin el otro”.
Al hilo de ello, incidió en que la frontera “nos une en lo físico y en lo mental; la frontera forma parte de los paseos, de las calles, de las vivencias”, considerando que las oportunidades de la zona sólo se pueden aprovechar “si pensamos como un único territorio”. Al respecto, Antonio Machado indicó que “tenemos un futuro por delante, debemos trabajar en conjunto y no debemos dejar de pensar así”, reconociendo que ellos tienen más vinculación con Fuentes de Oñoro, pero “puede ser replicada con cualquier localidad”.
Desde su punto de vista, el de la jornada del jueves era un día “importante, para conocernos mejor”, reivindicando a las administraciones superiores que “miren por nuestros territorios de forma diferenciadora”. Al respecto, la subdelegada del Gobierno en la provincia, Rosa López, dijo que desde el Gobierno de España “nos comprometemos” a darle el “cariño y apoyo” que necesita esta zona “muy importante para nosotros” que “culturalmente es una”. Según añadió, “sabemos que es una zona despoblada, pero es una zona de oportunidades”.
El acto de la mañana del jueves contó como invitado especial con el presidente de la Comisión Internacional de Límites y Cuencas Hidrográficas, Carlos de Sousa Amaro, para quién era apenas su 2º acto en este cargo, siendo el primero precisamente el aniversario de la firma del Tratado de Lisboa de 1864, que definió los límites de una de las fronteras “más antiguas, largas y estables de Europa y del mundo”.
Para Carlos de Sousa Amaro, la firma de las actas de reconocimiento de las Mugas “refleja la cercanía de ambos lados de la frontera”, subrayando que, más allá del “gran simbolismo”, “refleja la excelente relación bilateral y el modelo de gestión compartida en una frontera común entre municipios y ayuntamientos”, considerando que debería ser replicado en otros lugares para “tener una perspectiva más global de las excelentes relaciones entre poblaciones rayanas”.
Tras el acto en Fuentes de Oñoro, los presentes se desplazaron a Vilar Formoso para visitar el Museo Fronteira da Paz, que fue creado para recordar a las más de 30.000 personas que acogió Portugal durante la 2ª Guerra Mundial tras cruzar esta zona de la frontera hispanolusa. Por último, se pudo disfrutar de un almuerzo conjunto.