La autoconstrucción ha de entenderse, en modelos evolucionados, como una participación directa del futuro habitante en la organización y diseño interno de la vivienda, ajustándose plenamente a sus necesidades familiares y posibilidades económicas, con ayuda de peones o maestros locales en las tareas más complejas por ejemplo cuando se generaliza el empleo de la piedra en el labrado y colocación de sus principales elementos de sillería. A la inversa cuanto menos evolucionados y más toscos son los ejemplares, bien por estar situados en un área recóndita o bien por disponer de una economía muy precaria y pobre, el proceso de construcción es claramente asumido en su práctica por el usuario, contando con una amplia colaboración familiar y vecinal, a modo de compromiso recíproco de ayuda y prestación de servicios
Imagen: Miranda del Castañar (Salamanca) Santiago Bayon Vera Registro de la Propiedad Intelectual