Hubo, hay y habrá personajes con la ideología a la izquierda y la cartera a la derecha. Es una faceta más del complejo comportamiento del ser humano. Es más acogedor hoy decir que eres de izquierda que decir que eres de derechas, y eso en producto de un complejo de la derecha "por haber ganado una guerra". Primero esa guerra fue hace cien años, y segundo no fue una guerra de "dictadura contra democracia", sino de dictadura contra dictadura, y ganó la menos mala, porque si España sigue con la II República hoy seríamos un país comunista.
Algún director de cine, estrellas de relativa fama y otras tan efímeras que semejan “estrellas fugaces”, aparentemente la vida les ha tratado bien. El director con dos Óscar, en sus intervenciones para la prensa, suele ser basto, ordinario … La frescura que dejaba entrever en las primeras películas, era “ocurrente” Y se pasó del humor ingenioso al chabacano. Verdaderamente, hay muy poca distancia, suele emplearlo para hacer caja y ni con esas logra hacer una película que merezca la pena.
Nada que ver, por supuesto, con el “sugerente” de Arsénico por compasión, comedia con tintes negros, alocada y divertidamente macabra. Su título original es Arsenic and Old, traducido al español: Arsénico y encaje viejo.
Se dice que la película está inspirada en hechos reales, concretamente en la historia de Amy Archer-Gilligan. Una asesina en serie, dueña de una residencia de ancianos en Windsor, Connecticut, donde hubo 60 muertes extrañas entre 1907 y 1917. También se comentó que una de sus víctimas fue su segundo marido, y que se casó con cinco pacientes, a los que había convencido para ser su heredera. Los investigadores encontraron restos de arsénico y estricnina en casi todos los cadáveres. Amy había comprado grandes cantidades, en teoría, para matar ratas. Fue arrestada, juzgada y condenada a muerte en 1917, pero su abogado logró que se hiciera un nuevo juicio. Se declaró culpable de asesinato en segundo grado y la condena cambió a cadena perpetua. Años más tarde, se declaró que sufría una enfermedad mental, terminó sus días en un centro especializado de Middletown. Murió el 23 de abril de 1962.
Y qué decir de “Eloísa está debajo de un almendro” de nuestro Jardiel Poncela, o “la venganza de don Mendo”… Ahí les duele y en su vomitivo oído jamás han concedido un premio y estos y otros que sí lo merecen y mucho. ¿motivo? Ser de derecha.
Lo siento, pero no me gustan ni tus películas y mucho menos tu persona. Pero sigue cosechando premios que eso es bueno para la marca España, la nación que tanto odias. Felicidades.