El trayecto estuvo comandado por los integrantes del Taller de Teatro Intergeneracional con la colaboración de Agotcir
Después de una tarde muy animada por las calles mirobrigenses, con decenas de niños y jóvenes disfrazados para realizar el ‘Truco o Trato’ en todas las viviendas o negocios –especialmente éstos últimos- que quisieron recibirles, el punto culminante de la celebración de Halloween en Ciudad Rodrigo fue la ruta El Susurro de las Almas: La Vía Macabra de las Hornacinas que se había preparado por iniciativa del Ayuntamiento desde el Taller de Teatro Intergeneracional con la colaboración de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo (Agotcir).
Esta ruta por el centro histórico mirobrigense tuvo como punto de partida la Plaza Cristóbal de Castillejo, desde donde los varios centenares de personas de todas las edades que se sumaron a la iniciativa se fueron moviendo por varios puntos en busca de una serie de hornacinas. En cada uno de esos puntos, se fue contando desde Agotcir una leyenda desconocida para el gran público, tras lo cual aparecía en escena un ‘alma perdida’ relacionada, que contó su historia.
Como culmen, el público asistente debía realizar un rezo que finalizaba declarando inocente o culpable a cada alma, y por ende, si se la liberaba o si continuaba atada durante el resto del trayecto. A la hora de establecer los puntos de parada, se escogió enclaves donde existen hornacinas vacías, como ‘portales de unión’ con el mundo oscuro. Antes de marcharse todos los presentes de cada parada, se procedió a ‘sellar’ cada hornacina, colocando una calavera.
En este trayecto hubo paradas con personajes junto al depósito de aguas, la Puerta del Sol (por el exterior), la calle Medina, junto a la Puerta del Conde y la Plaza Mayor. La ruta finalizó en la Puerta de La Colada, con el guía de la misma, Sergio Cardoso, al lado de las dos hornacinas allí situadas como representación de “el bien y el mal”. Como despedida, todos los presentes recibieron chucherías terroríficas. El recorrido por las calles del centro histórico mirobrigense estuvo controlado por la Policía Local de Ciudad Rodrigo.